El castellano en Cataluña

Sirva esta carta para mostrar mi estupor, tristeza e indignación por el editorial del PAIS titulado Recelos anticatalanes, publicado el pasado día 5 de mayo.¿Cómo es posible que un diario como éste manipule la información de tal manera que se de a entender a sus lectores que los firmantes del Manifiesto por la igualdad de derechos lingüísticos en Cataluña están en contra de «la introducción del catalán como lengua escolar de conocimiento general, en medida comparable a la enseñanza en castellano», cuando en dicho manifiesto se dice textualmente: «La enseñanza ha de organizarse respetando la realidad social bilingüe mediante la aplicación del derecho a recibir la enseñanza en la propia lengua matema a todos los niveles»?

¿Cómo es posible que un periódico al que hasta ahora he tenido por independiente, honesto y liberal diga que el único síntoma verdadero de discriminación que existe en Cataluña es la publica-

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ción del Boletín Oficial sólo en catalán?

Ni los firmantes del manifiesto ni otros inmigrantes han protestado porque la Generalidad utilice la lengua catalana para disposiciones de aplicación en Cataluña, como EL PAIS afirma en su editorial, sino porque esta utilización ha sido exclusivamente en catalán, sin tener en cuenta que el receptor muchísimas veces era castellanohablante y que por su bajo nivel cultural no lo entendía lo suficiente.

Se podría seguir contestando punto por punto al editorial, pero sería mucho más provechoso y democrático que pusieran ustedes en práctica aquello que predican en el editorial del día 3-5-198 1, de «que la única forma de obtener credibilidad es precisamente ofrecer al lector el mayor número de datos posibles para que se forme un juicio honesto», y nos reprodujeran, aunque sea con dos meses de retraso, el texto íntegro del manifiesto citado.

¿Es que EL PAIS no está enterado de que en el anteproyecto de ley de normalización del uso del catalán, en el ámbito de la enseñanza, la postura mantenida por la mayoría formada por CiU, PSUC y ERC defendía como principio base el hecho de que «el catalán es la lengua propia de la enseñanza en todos los niveles educativos», quedando relegado el castellano a una asignatura que se ha de enseñar obligatoriamente? (La Vanguardia, 12-3-1981). Una aprobación y puesta en práctica de este proyecto de ley supondría el hecho de que todos los niños, ya sean catalanes o castellanohablantes, tendrían que hacer sus estudios en catalán. Ni que decir tiene que una situación así, y de hecho ya se dan casos en escuelas públicas y privadas de que el claustro de profesores se ha decidido por una escola catalana, o sea, con las características recientemente expuestas en cuanto al uso de la lengua, traería consigo una gravísima discriminación hacia los castellanohablantes y al mismo tiempo se vulneraría el principio básico de toda persona a poder recibir la enseñanza en su lengua materna.

Resumiendo: bilingüismo, en forma adecuada y progresiva, sí; enseñanza sólo en catalán para niños castellanohablantes o sólo en castellano para niños catalanohablantes, no.

Por último, no deja de ser extraño que EL PAIS no haya entendido todavía que se puede estar a favor de una normalización de la lengua, cultura y autonomía catalanas y defender al mismo tiempo que no se vulneren los derechos básicos de los inmigrantes. Sinceramente creo que en este tema la línea editorial de EL PAIS se ha dejado influencia demasiado por el llevar la contra a otro periódico madrileño donde se publicó el citado manifiesto. /