El Parlamento polaco da "luz verde" a los sindicatos de campesinos
El Parlamento polaco (Sejm) dio ayer luz verde a la legalización del sindicato independiente de agricultores NSZRRI-Solidaridad, cuyas estructuras están calcadas de las organizaciones laborales libres industriales.Con estas medidas, el Parlamento ratifica los acuerdos firmados el pasado 17 de abril en la localidad de Bydgoszcz, entre autoridades y agricultores, para la legalización del sindicato de campesinos individuales antes del próximo día 10.
Simultáneamente, el Sejm aprobó un proyecto de ley para el registro inicial de los Círculos y Organizaciones Agrícolas (antigua organización dependiente del Partido Campesino, integrado en el Frente Nacional, monopolizado por el partido comunista). Precisamente, la dirección de este partido presentará la dimisión en bloque hoy ante las continuas críticas de las bases.
En una tercera resolución, el Parlamento polaco decidió, sin ninguna abstención, oficializar los restos del antiguo sindicalismo oficial, los sindicatos de gremios, haciéndoles partícipes, al mismo nivel que Solidaridad, la organización presidida por Lech Walesa, de la redacción de la nueva ley sindical.
En lo que parece ser una fiebre reformadora de la política interior polaca, otro gremio laboral, como resultan ser los artesanos, podría obtener el derecho a formar su propia organización sindical independiente.
El reformismo ha llegado incluso a las filas del Ejército polaco. Ayer, el órgano oficial de las fuerzas armadas de Polonia, Zolnier Wolsnosci, subrayó en un editorial el apoyo del Ejército polaco a la «renovación socialista (odnowa) polaca, pero especificó que «ciertos sectores jóvenes de las fuerzas armadas, por falta de experiencia, están decididos a cambiarlo todo».
El periódico, portavoz cualificado de las opiniones del primer ministro, general Wojciech Jaruzelski, reconoció los problemas que se plantean «por las distancias entre superiores y subordinados», en unos momentos en que todo el país está convulsionado por los cambios que se vienen produciendo. Para resolverlos abogó por una «democratización», y dejó entrever ciertas críticas a la «ideologización» de las fuerzas armadas, controladas por el Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista).
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