Visto bueno oficial a la nueva estructura de Visomsa

En la sesión plenaria de ayer, el Ayuntamiento aprobó, como miembro integrante de la sociedad, la modificación de los estatutos de Viviendas Sociales de Madrid (Visomsa). Sin embargo, la aprobación dada ayer por el pleno municipal permitirá que el Ayuntamiento abandone ésta en breve.Las motivaciones que han llevado a la decisión de que el Ayuntamiento abandone Visomsa están, por un lado, en el interés demostrado por las autoridades municipales que llegaron a la Casa de la Villa en abril de 1979 en crear su propia empresa de vivienda y, por otro, en ofrecer a la Administración central la posibilidad de extender el radio de acción de Visomsa a otras provincias españolas y no dejarlo, como hasta ahora, supeditado a la de Madrid.

Visomsa fue fundada, en febrero de 1977, en tiempos en que ocupaba la alcaldía de Madrid Juan de Arespacochaga, con el objeto de construir viviendas sociales en el término municipal madrileño, que permitiera afrontar un plan de erradicación del chabolismo. En Visonisa se integraron, desde un primer momento, el Instituto Nacional de la Vivienda (INV), dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo y accionista mayoritario, la Caja de Ahorros y el Ayuntamiento.

En el momento en que la Corporación municipal abandone definitivamente la sociedad, el Ayuntamiento recibirá los terrenos que en su día aportó a ésta y que no han sido utilizados todavía para construir viviendas (y que espera edificar ahora) y el resto, hasta los trescientos millones que donó en un principio, los recibirá en metálico.

Por otra parte, el pleno municipal acordó aprobar las directrices redactadas por el Consejo de Municipios para la revisión del Plan General del Area Metropolitana, con lo que se da un nuevo paso en el proceso abierto hace ya varios meses.

El grupo de concejales de UCD, que no quiso votar en contra de la propuesta que se presentaba, se abstuvo a pesar de no compartir (como ya hizo ver en el seno del propio Consejo de Municipios) la filosofía básica de acuerdo con la cual han sido redactadas las directrices, para no entorpecer el proceso abierto.