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Moscú informa sin hacer comentarios

La Prensa soviética guardaba ayer un discreto silencio sobre la celebración del último pleno del Comité Central del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP), comunista.La agencia Tass se limitaba a informar -sin hacer ningún comentario- del final del pleno. La Prensa publicaba un extracto, del informe presentado ante el pleno por el primer secretario del POUP, Stanislaw Kania. Este resumen periodístico se limitaba a ofrecer los párrafos más duros de su intervención.

En Moscú se recuerda cómo en los dos plenos anteriores del POUP -celebrados en momentos de gran tensión- los medios de comunicación soviéticos dieron preferencia en sus informaciones a los discursos de dos ortodoxos del partido: Tadeusz Grabski y Stefan Olszowski.

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El hecho de que en esta ocasión sean las opiniones de Kania las que hayan aparecido en primer lugar en la Prensa soviética puede ser interpretado como una muestra de confianza hacia los dirigente polacos.

En efecto, el Kremlin parece estar a la espera. Después de meses de gran tensión, el discurso de Breznev ante el XVI Congreso del Partido Comunista de Checoslovaquia vino a restar dureza a las relaciones entre los partidos comunistas soviético y polaco.

Posteriormente, hace tan sólo una semana, el máximo ideólogo del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), Mijail Suslov, visitó Varsovia en un viaje de apoyo a la «línea dura» del POUP.

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A falta de fáciles soluciones inmediatas, el Kremlin parece haber apostado por el sector ortodoxo del POUP, que se encuentra en una situación un tanto precaria ante la creciente actividad de las bases

La ausencia de comentarios de la Prensa soviética ante el último pleno del POUP es una muestra más -según se interpreta en Moscú- del compás de espera marcado por el Kremlin. De las alarmistas informaciones ofrecidas por los periódicos de Moscú durante los meses de febrero y marzo se ha llegado a un laconismo periodístico propio casi de tiempos de calma.

La crisis sigue existiendo, pero en la capital soviética parece ser recibida con más calma, o cuando menos, con mayor resignación.

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