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Hostilidad en el Congreso estadounidense y en Israel a la decisión de Reagan de vender aviones Awacs a Arabia Saudí

La decisión del presidente Ronald Reagan de vender cinco aviones a Arabia Saudi, equipados con el sofisticado sistema de vigilancia Awacs, provoca serias críticas en el Congreso norteamericano, por el desequilibrio que representa para la defensa de Israel. Los israelíes mismos han lanzado las campanas al vuelo para evitar que se concrete. la venta de estas fortalezas de espionaje electrónico. A pesar de la oposición del grupo proisraelí en el Congreso, los consejeros del presidente Ronald Reagan optaron por aceptar las demandas de Riad para la compra de un paquete de material militar por valor de unos 6.000 millones de dólares (528.000 millones de pesetas).

«La amenaza soviética en el golfo Pérsico es el elemento clave para la decisión», dijo el portavoz en funciones de la Casa Blanca, Larry Speakes. «La Administración Reagan considera a Israel como un país amigo y aliado », añadió el portavoz presidencial. Para hoy se espera una entrevista entre e presidente Ronald Reagan y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Howard Baker, para analizar, entre otros temas, la decisión presidencial de venta de armas a Arabia Saudí.

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La decisión del jeque Zaki Yamani, ministro saudí de Petróleo, actualmente en visita oficial en Washington, de disminuir el precio del petróleo manteniendo el actual ritmo de producción, ha si do uno de los elementos claves para que el presidente Reagan diese la luz verde a la venta de los aviones Awacs. Una «moderación» en el coste del petróleo importado puede ser clave para la reactivación económica en EE UU, objetivo de Reagan.

Otro factor, no menos despreciable, ha sido la necesidad de garantizar una mayor presencia militar favorable a Occidente en toda el área del golfo Pérsico.

Las críticas en Israel a la decisión de Reagan no se han hecho esperar. Desde Tel Aviv, en plena campaña electoral para las elecciones del 30 de junio, y desde Washington, a través de algunos senadores y congresistas, la decisión de la Casa Blanca ha sido denunciada.. «Es un error», dijo el senador republicano Rudy Boshwitz. «No creo que sea necesario para la legítima defensa de Arabia Saudí», añadió por su parte el senador demócrata y liberal Edward Kenriedy.

Arabia Saudí nunca ha reconocido la validez de los acuerdos de paz de Camp David, firmados entre EE UU, Egipto e Israel bajo la Administración Carter, y respetados por la actual Administración Reagan, Riad tampoco reconoce la existencia al Estado de Israel, y rechaza toda pretensión territorial judía sobre Jerusalén.

En este contexto se produce la decisión de Reagan de vender a Arabia Saudí un equipo supermoderno, como los aviones Awacs, capaces de detectar todo movimiento de tropas, por tierra, mar o aire, en un radio de acción de quinientos kilómetros, gracias a sus sofisticados sistemas de radar y computadoras, verdaderos «Ojos» volantes que pueden examinar desde el cielo durante 72 horas ininterrumpidas.

A los cinco aviones Awacs, que no serán operacionales hasta 1985, la Administración Reagan suma siete aviones cisterna del modelo KC-135, para repostar en el aire a los aviones Awacs. También completa la venta con nuevos misiles aire-aire y depósitos auxiliares de combustible para los 62 aviones cazabombarderos del modelo F- 15, comprados por Arabia Saudí a EE UU durante la Administración Carter, y que serán entregados a partir de 1982.

Yamani recordó y repitió en Washington, ante la televisión y el Congreso, que la modernización del Ejército saudí es una «operación de interés mutuo para Occidente», a fin de garantizar las riquezas de petróleo del golfo Pérsico -de donde procede el 70% del petróleo mundial- contra, la amenaza soviética, no para atacar a Israel.

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