Calvo Sotelo, el intocable
Si la ley para la Defensa de la Democracia se hubiera hecho bajo el mandato de Adolfo Suárez, la Prensa, en general, y EL PAIS, en particular, hubiesen necesitado inventar palabras de insulto al presidente, porque los existentes serían pequeños.Pero como se trata de Calvo Sotelo, e incluso de Fernández Ordóñez, se hace lo que se debe: criticar o alabar su política o sus actuaciones, pero ni una sola puya personal. Calvo Sotelo puede pasar a la historia como el intocable.
Si fuese por cuestiones de respetabilidad, podría entenderse. Yo, personalmente, sigo respetando más, por el momento, a quien nos ha traído la democracia y ha sido elegido por el pueblo, si n desmerecer ni prejuzgar todo lo que el nuevo presidente pueda traernos, pero eso está por ver. La Prensa ya se ve que no./
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