La radio educativa se afianza a pesar de la escasez de recursos
Cerca de 125.000 alumnos se benefician en España de este medio
La mayor parte de los 63.000 universitarios españoles matriculados, en los cursos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) no se imaginan que las lecciones y explicaciones que diariamente, durante dos horas y media, reciben por Radio 3 del profesorado de esta universidad han sido grabadas en un pequeñísimo estudio construido con cajas de cartón vacías en un siniestro despacho de la sede de la UNED. Esto da una idea de la escasez de medios que tiene la radio educativa en España a pesar del esfuerzo que profesores y especialistas en este medio están desarrollando.
Esta universidad de las ondas ha solicitado 75 nuevas emisoras de FM, porque con la actual cobertura apenas alcanza la mitad del territorio español.La radio es, hasta ahora, el medio más poderoso y el más utilizado dentro de los llamados de comunicación social de que dispone la UNED para transmitir sus enseñanzas, pero tan sólo puede ofrecer dos horas y media diarias para dar explicaciones sobre las 255 asignaturas de diecisiete cursos y especialidades distintas. «Necesitaríamos», explica Francisco Montes, responsable de la dirección técnica y especialista en el medio radio, «por lo menos cinco horas diarias de emisión».
Dado, por otra parte, que Radio 3 de RNE, aunque dispone de 41 centros emisores, no cubre por completo el territorio nacional, esto supone que quedan al margen de la acción educativa a través de las ondas las zonas más pobres, precisamente las rurales, y que son también las más necesitadas. Este problema ni siquiera ha quedado resuelto con la conexión de los programas de la UNED con las emisoras locales La Voz de Gerona, Radio Juventud de Calahorra y Radio Popular de Jerez.
«Lo ideal sería», dice el director técnico, «llegar en onda media a todos los rincones de España (aunque todavía hay algunos lugares a los que no llega ni siquiera en esta onda Radio 1 de RNE), pero, conscientes de que esto todavía es muy difícil, creemos que hay soluciones más asequibles y realistas». De momento, la UNED ha pedido, en colaboración con el Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia (INBAD) y el Centro Nacional de Educación Básica a Distancia (Cenebad), 75 emisoras de frecuencia modulada, por entender que el concurso y la utilización de la radio resultan decisivos para hacer participes de los beneficios de la educación y la cultura a extensos sectores de población que, por diversas circunstancias, no pueden asistir regularmente a centros ordinarios».
Entre las razones internas que ha presentado la UNED para hacer esta solicitud destaca el hecho de considerar la radio no sólo como el medio de comunicación social menos costoso, sino también por ser el de mayor capacidad de difusión, actualizador de la cultura, y por ser además el medio en el que se tiene más experiencia sobre su eficacia de cara a las tareas educativas efectuadas hasta ahora. Además, este país cuenta con una grave laguna en el tratamiento de los contenidos culturales y educativos a través de los medios de comunicación. «Como consecuencia, la UNED quiere atender también a todos aquellos aspectos relacionados con la educación permanente de los ciudadanos, desde los niños hasta las personas de la tercera edad, pasando, naturalmente, por los adultos».
En caso de que no se concedieran estas emisoras solicitadas se podría pensar también que el problema de las ondas educativas podría resolverse en parte con la adecuada utilización de la red de RNE y, sobre todo, de la red de Radiocadena, que en muchas de sus frecuencias está actualmente infrautilizada. De esta forma, la radio educativa estatal adquiriría independencia del actual programa cultural Radio 3, programa que se dedicaría entonces enteramente a la información y a la creación de cultura radiofónica, como recientemente ha manifestado en estas mismas páginas el director de Radio 3, Fernando G. Delgado.
En cualquier caso, el problema de la radio educativa no puede olvidarse en un país como España, donde la radio forma parte de la vida cotidiana de los ciudadanos, puesto que un 90% posee al menos un receptor. Resulta, además, muy significativo el hecho de que, como sucede al menos en otros diecisiete países que tienen universidad y enseñanza a distancia con parecidos métodos de enseñanza audiovisual, los contenidos que se ofrecen por estos medios son los que más se retienen, sobre todo, naturalmente, los que son orales y visuales.
Radios educativas privadas
En el ámbito estatal, la experiencia de radio educativa de la UNED es la única que existe en España. En el nivel de las radios privadas existe la experiencia de Radio Ecca, de Las Palmas, que se dedica a la educación permanente de adultos y a la obtención de títulos de graduado escolar, aunque también ofrece cursos especiales de inglés, contabilidad y escuela para padres. Cuenta con unos 22.000 alumnos. Por otra parte, están los proyectos Telecan (Telenseñanza Canaria) e Hilo Cultural, también en las islas Canarias, que se han especializado en la enseñanza de idiomas para los habitantes del archipiélago. Telecan transmite a través de nueve emisoras cursos dirigidos a adultos. Hilo Cultural emite cursos de idiomas a través de cables a los alumnos de EGB, quienes lo reciben en las propias aulas que disponen de cable.
La experiencia radiofónica de la UNED, si bien todavía no es acabada, presenta importantes logros. La Universidad Nacional de Educación a Distancia comenzó sus actividades hace ahora ocho años. Desde su creación incluía en sus esquemas educativos la utilización de los medios audiovisuales, especialmente la radio, pero carecía de unos mínimos planteamientos sobre cuál debería ser la función específica que debían desempeñar dichos medios. «La televisión era el fin máximo», ha explicado Francisco Montes, «pero la radio fue el sistema que se eligió para echar a andar».
«Probablemente se aceptó esta cuestión como un mal menor, pero la radio estaba al alcance de la mano mediante un acuerdo con el tercer programa de Radio Nacional, que ya por entonces se dedicaba a temas culturales y educativos. Para hacer frente a las emisiones se creó un departamento de radio controlado y dirigido por los propios profesores de la UNED, pero la falta de preparación en la mayor parte de estos profesores para afrontar la adecuada utilización de este medio provocaba desajustes y anacronismos. Por ejemplo, no era tenida en cuenta la especificidad del medio radio por los profesores, cuya principal preocupación se centraba en temas de contenido, despreciando, la mayor parte de las veces por desconocimiento, los aspectos formales de los programas fundamentales en cualquier mensaje emitido a través de un medio de comunicación de masas».
«De esta forma», continúa explicando Francisco Montes, «abundaban los largos discursos de profesores que tampoco se caracterizaban por su clara oratoria en muchas ocasiones. También se intentó hacer programas con acto res, pero no dejaron de ser experiencias aisladas».
Profesionales de la radio
Después de estas primeras experiencias se tomó conciencia de la necesidad de contar con profesionales de radio que trabajaran en primer término en la adaptación de los contenidos educativos al medio radio, por el que iban a ser difundidos. De esta forma se creó la dirección técnica y se la dotó de titulados superiores especialistas en medios de masas, y concretamente en radio.
«Al aplicar estas nuevas condiciones se produjo el efecto contrario al de la anterior etapa. Sobraban ahora cuestiones formales y faltaban contenidos que alcanzaran el mínimo rigor exigible para unos estudios universitarios. Abundaban las entrevistas fingidas y las frívolas dramatizaciones, y se argumentaba, para ofrecer las cosas con este estilo que la educación a través de la radio no podía resultar aburrida. El objetivo era "entretener a la audiencia", pero lo que se consiguió fue empobrecer los contenidos al intentar vulgarizarlos de una manera no adecuada. El profesorado protestó».
«El paso siguiente, añade Francisco Montes, «fue adoptar una postura intermedia. A partir de ese mismo momento, el profesorado quedaba obligado a entregar el bloque de contenidos en el que se fijaban los conceptos e ideas que deberían formar parte del guión definitivo. El texto sería posteriormente adaptado al medio por un guionista de radio. Este sistema tuvo problemas debido a la falta de coordinación».
Desde hace dos años, los alumnos, al rellenar los impresos de matriculación, reciben una detallada guía en la que figura la programación pormenorizada de emisiones de radio de todo el curso. La programación es preparada por los propios profesores, con quienes colaboran los miembros de la dirección técnica. Antes de ser emitidos, todos los programas tienen que superar un control de calidad, y es en esta fase donde se han sustituido casi todas las emisiones grabadas en años anteriores.
En la nueva fase, el profesor figura como responsable máximo del guión. Desde la dirección técnica, el texto es devuelto en caso de presentar problemas de adaptación radiofónica. El profesor es la única persona autorizada para realizar variaciones en los contenidos.
Con independencia de que se produzcan los resultados de las concesiones definitivas de FM o reestructuración de este tipo de ondas, la UNED está preparando ya los programas radiofónicos para el próximo curso, a fin de que dicha programación quede de una manera pormenorizada en la guía del curso próximo, que se entrega a los alumnos en el mismo momento que formalizan los impresos de matriculación.
Adscritos a la dirección técnica trabajan para los programas radiofónicos de la UNED cincuenta personas, licenciados en Ciencias de la Información o titulados profesionales del medio, que cobran unas 1.500 pesetas diarias. Como no tienen apenas despachos, se han colocado en amplios pasillos, pero la concentración de mesas, material técnico y personal hacen realmente duras las condiciones de control de grabación, revisión y reproducción. El estudio donde se graban las emisiones, cuyas cintas son entregadas a Radio Nacional para su puesta en antena, ha sido construido con cajas de cartón vacías en un despacho oscuro y pequeño. Ese es el sistema, a todas luces casero, que se utiliza para insonorizar las voces de los profesores y los contenidos de unos estudios universitarios destinados a cerca de 90.000 alumnos, si también contamos los del INBAD.
Búsqueda de nuevas técnicas audiovisuales
La dirección técnica de la UNED está embarcada en estos momentos en un proyecto, que ya es realuidad: el de abordar con un planteamiento científico el audiocasete, «porque resulta más eficaz a la hora de transmitir unos contenidos que o sobrepasan el carácter efímero de una emisión radiofónica o resultan de más difícil asimilación para el alumno». Mientras que la radio parece un medio más adecuado para alcanzar una información más viva, más directa, más informativa y más instantánea, el audiocasete es un medio muy relacionado en la UNED con la radio, puesto que recoge algunos de sus programas, que puede reproducirse cuantas veces se quiera, se puede parar, se puede rebobinar.Durante el pasado curso, la UNED ha producido más de 20.000 casetes, de los que más de la mitad se han distribuido gratuitamente a todos los centros asociados. El resto, unos 8.000, se han vendido directamente a los alumnos, poco más que a precio de coste.
Un campo con menos experiencias acumuladas, pero con mayor importancia en los medios audiovisuales, es el del vídeo, que también comienza a utilizarse en la UNED a través de grabaciones de programas de Televisión Española (El Rey en Guernica, Tejero en las Cortes, entre otros) y por medio de producciones propias con fines didácticos. Junto al archivo sonoro ya ha comenzado a formarse una videoteca.
La UNED no es partidaria, de momento, de utilizar la televisión en las enseñanzas regladas, debido a la escasa rentabilidad y eficacia de este medio utilizado para enseñanzas muy minoritarias en aquellos países en los que existe, pero defiende la utilización del vídeo como apoyo de gran valor.
El interés de los alumnos de la UNED por los programas radiofónicos está demostrado, según consta en todos los estudios de audiencia realizados por este centro. De acuerdo con estas mismas encuestas, el alumno tipo de la UNED es varón, con una edad entre los veintiséis y cuarenta años, no está soltero, vive en una ciudad de más de 100.000 habitantes, pero nació en una de menor tamaño. Trabaja y, generalmente, es directivo, empresario, funcionario o empleado. Tiene unos ingresos mensuales de tipo medio alto. Los estudios que le ofrece la UNED son el medio para completar un ascenso social bastante destacable. Tienden hacia los estudios de humanidades más que hacia los de ciencias. Muy pocos alumnos se presentan a los exámenes, por lo que se puede decir que prefieren «la libertad del aprendizaje a través de las ondas» a las evaluaciones académicas tradicionales.
Babelia
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