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La aplicación de los programas STS, entre la paz y la guerra

El éxito del primer vuelo espacial de la nave Columbia abre unas perspectivas impresionantes para la conquista del espacio. Entre la paz y la guerra se moverán los futuros vuelos STS (Space Transportation System), inaugurados por el transbordador espacial Columbia.En el capítulo de investigaciones y aplicaciones espaciales con fines pacíficos destacan los campos de telecomunicaciones, astronomía, fabricación de nuevos materiales, energía solar, estaciones espaciales y laboratorios de investigación del cosmos.

De los cuatrocientos vuelos previstos desde ahora hasta el año 2000, las naves espaciales del tipo Columbia (Challenger, en 1983; Discovery, en 1984, y Atlantis, en 1985) destinarán el 40% de sus misiones a fines pacíficos.

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En comunicaciones, las misiones de los STS estarán centradas en la colocación de satélites espaciales en órbita, reparación de los existentes o recuperación para su vuelta a la Tierra de satélites con fallos. Las principales compañías multinacionales norteamericanas (que cuentan ya prácticamente con el monopolio en este sector) tienen previstos nuevos lanzamientos -después de los primeros vuelos operacionales de Columbia, a mediados del próximo año. De Luxemburgo a China Popular hay también una serie de países que quieren colocar sus propios satélites en órbita, gracias a la compra de los servicios del Columbia y sus futuros seguidores.

La industria de alta tecnología espera que Columbia permita investigar o fabricar en el espacio toda una nueva generación de materiales, gracias a la ausencia de gravedad. Puede producirse una verdadera revolución tecnológica en los campos de metales, fluidos, cristales y sustancias biológicas.

En astronomía, la colocación de telescopios gigantes en las naves STS, en órbita alrededor de la Tierra y fuera de los condicionantes atmosféricos, deberían aportar datos inéditos sobre el cosmos y mejorar los conocimientos en previsiones meteorológicas.

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"Spacelab"

Columbia llevará a mediados de 1983 el sofisticado laboratorio del espacio (spacelab) que actualmente construye la Agencia Europea del Espacio, que reúne a los países de la CEE, más España, Suiza y Austria. Con posibilidades de ser utilizados hasta en cincuenta ocasiones, la serie, prevista de seis spacelab, representará para Europa occidental una presencia científica y tecnológica en el espacio, en estrecha colaboración con EE UU.

En los aspectos militares, los STS realizarán en las próximas décadas un 35% de misiones con fines de defensa. Sólo se sabe que el Pentágono cuenta, con varias opciones para futuros vuelos de estas primeras naves espaciales reutilizables, sin que, como es lógico, se conozcan los detalles de las misiones para la guerra.

La fuerza aérea norteamericana estudia, junto a los científicos de la NASA (Agencia Espacial Norteamericana), las posibles versiones militares de las naves STS. Un modelo denominado,X-20 Dyna-Soar marcaría en el futuro el avance de unos cinco años, que, al parecer, lleva Estados Unidos frente a la Unión Soviética en este nuevo campo de eventuales enfrentamientos entre superpotencias.

Hacia mediados, de 1985 podrían existir unas dieciocho estaciones orbitales, colocadas por naves STS, preparadas para batallas espaciales con rayos láser. La intercepción de misiles enemigos, la destrucción de satélites de comunicaciones y, sin duda, otros aspectos desconocidos para el público, figurarían en la agenda del Departamento de Defensa estadounidense para la utilización del espacio.

El caudal de posibilidades que abre Columbia es impresionante en todos los sectores. Dependerá del hombre, como todo en esta Tierra, el que la utilización de la frontera del espacio sea para bien o para mal del conjunto de la humanidad.

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