Washington falsea su potencial nuclear, según un experto norteamericano

Paul Warnke, que fue representante de EE UU en las negociaciones para la limitación de armamento nuclear (SALT), acusó el martes a la Administración Reagan de «falsear datos para hacer creer al mundo en una superioridad bélica soviética».En el curso de un coloquio radiado por la emisora holandesa NCRV (Nederlans Christelijke Radio Verenigin), Warnke comentó, junto al director del Instituto Sueco de Investigación para la Paz, Frank Barnaby, la situación general de la carrera de armamentos.

Para el antiguo negociador estadounidense de limitación de armas nucleares, «la nueva estrategia de Reagan -despliegue de misiles de alcance medio en Europa y bomba de neutrones- supone un paso adelante hacia la destrucción de la humanidad».

Tras criticar películas de propaganda electoral como las que usó Reagan en su campaña, Warnke afirmó que «se pretende jugar con la ignorancia del público para justificar el aumento del presupuesto de defensa en base a una supuesta superioridad militar de la URSS».

«En 1978, el presupuesto de defensa norteamericano fue de 108.000 millones de dólares (nueve billones de pesetas), que pasó a 220.000 millones de dólares (diecisiete billones de pesetas) este año y llegará a los 300.000 millones de dólares (veinticuatro billones de pesetas) en 1985», afirmó Warnke.

«Las cifras oficiales», dijo Warnke, «afirman que la URSS posee 1.400 misiles nucleares intercontinentales desplegados en tierra (ICBM) contra sólo 1.054 de EE UU, a la vez que los soviéticos tendrían 93 submarinos, con 1.034 misiles (SLBM), por sólo 41, dotados de 656 misiles, de Estados Unidos».

«Según los datos del Instituto Sueco de Investigación para la Paz (SIPRI), los ingenios nucleares estadounidenses instalados en los submarinos poseen un número de cabezas nucleares muy superior a los de los soviéticos».

«En conjunto», afirmó el director del SIPRI, «EE UU posee 9.200 cabezas nucleares, frente a las 6.000 de la URSS».

El director del SIPRI concluyó opinando que «si el público supiera la verdad sobre los armamentos nucleares, obligaría a los políticos a emprender -en ambos bloques-el desarme inmediato».