El empresario valenciano se encontraba físicamente bien y de buen humor cuando fue liberado en Logroño

El industrial valenciano Luis Suñer, poco después de que fuera liberado por sus secuestradores en la localidad riojana de Alberite, improvisó una breve conferencia de Prensa antes de partir en viaje de regreso a su casa de Alcira, y ya entonces demostró que se encontraba tranquilo, sereno y en buen estado físico. Entre otras cosas, Luis Suñer declaró que sus secuestradores eran varios jóvenes, que no le trataron mal, en cuanto a violencia física, y que de cuando en cuando le suministraban periódicos y revistas (censurados) para sacarle fotografías.

Por esta razón, el empresario secuestrado se enteró del golpe de Estado del pasado día 23 de febrero con veinte días de retraso. «No quiero decir nada del lugar donde estuve encerrado», manifestó. Seguramente su silencio obedecía a las indicaciones de la policía. Durante todo el tiempo en que permaneció encerrado (en una habitación de aproximadamente dos metros de ancho) sólo tomó comida fría.«A partir de ahora he pensado cambiar un poco mi modo de vida», añadió. «Y también mi ritmo de trabajo, puesto que le he dedicado demasiados años a la industria. Yo creo que a mi primera mujer fue eso lo que la mató. Considero que no dedico demasiado tiempo a mi familia, absorbido por el trabajo y los negocios».

A las cuatro de la mañana, después de la revisión médica, el industrial alcireño se puso en contacto con el ministro del Interior, e inmediatamente después comunicó con su familia. «Durante estos noventa días te he seguido siendo fiel», fue lo que le dijo a su mujer, bromeando. Y añadió que su familia se había enterado de la noticia por Radio Nacional.

El portavoz de la familia y director gerente de la empresa Avidesa, propiedad del secuestrado, ha sido el encargado de mantener contacto con los medios informativos desde que se produjo la acción de los terroristas vascos. Nada más conocer Palacios el feliz desenlace, que culmina así un cautiverio de noventa días, señaló que el secuestro de Luis Suñer era «el más extraño, ilógico y largo de la historia de España». Según el portavoz de la familia, «ninguno de los parientes del industrial, ni siquiera sus más allegados, habían recibido comunicación de los secuestradores ni prueba alguna de que estaba vivo».

Se desconoce, pues, de momento, a quién le fueron remitidas las fotografías del secuestrado con periódicos y revistas, como el mismo Suñer ha declarado, si es que éstas fueron alguna vez enviadas.

Luis Suñer, en cuanto hubo hablado por teléfono con su familia, emprendió viaje de regreso a Alcira, en un coche policial, a las 5.15 horas de ayer.

Por otra parte, y según informa nuestro corresponsal en Logroño, Jorge Blaschke, Luis Suñer fue hallado en un chopo del término denominado La Galera, a la orilla del río Iregua.

Hasta el momento no se ha emitido una noticia oficial del rescate.

Muchos interrogatorios están flotando en el aire, y tanto el Gobierno Civil de Logroño como el comisario jefe de policía del Cuerpo Superior de esta localidad mantienen un mutismo total sobre la forma de la liberación. Los riojanos se preguntan en estos momentos si Luis Suñer permaneció durante su largo período de secuestro en la pequeña localidad próxima a Logroño. Por otra parte, las primeras declaraciones hechas por el industrial valenciano dieron a entender que estuvo largo tiempo en el mismo lugar; este interrogante hace suponer, en caso de ser afirmativo, que ETA utilizó suelo riojano para mantener oculto al industrial.

En la mente de muchos riojanos latía ayer un temor que no es nuevo: las incursiones de ETA en esta provincia, el desplazamiento de un terrorismo que ya ha golpeado dos veces en la Rioja, cobrándose cuatro vidas y alrededor de una cuarentena de heridos. Ahora, una vez más, el terrorismo llegaba a través de un secuestro que afortunadamente ha tenido un final feliz.