Luis Suñer, liberado cerca de Logroño

Viene de primera páginaUn portavoz de la familia declaró esta madrugada que la voz anónima que protagonizó la llamada era masculina y que no se identificó como miembro de ninguna organización. En un principio, la familia no dio mucha credibilidad a la llamada, una de las muchas recibidas a lo largo de los noventa días de secuestro, aunque decidió dar parte de la misma a las autoridades.

Poco después de ser encontrado por efectivos policiales en la localidad de Alberite, el industrial valenciano se fue trasladado, para un reconocimiento médico, a la residencia sanitaria de la Seguridad Social de Logroño.

El médico que lo reconoció dictaminó que Luis Suñer, de 71 años, se encontraba en «condiciones físicas aceptables» y autorizó el inmediato viaje, en coche, del industrial a su domicilio del Alcira, en la provincia de Valencia.

En medios familiares se espera un inusitado recibimiento de Luis Suñer en la provincia levantina, donde se le conoce como el «rey del pollo y de los helados» por ser el presidente de la empresa Avidesa, dedicada a la fabricación de helados y a la comercialización de pollos y productos cárnicos congelados.

Uno de los móviles barajados por medios policiales, que explicarían este largo secuestro, puede ser la fortuna personal de Luis Suñer que en 1978 declaró a Hacienda unos ingresos brutos de 448 millones de pesetas y un patrimonio de 2.095 millones. Esta desacostumbrada renta le convirtió en el ciudadano español que más cotizó al Tesoro público en dicho año.

Esta madrugada la familia de Luis Suñer no había podido hablar todavía con el liberado, que, aparentemente, fue encontrado en Alberite por efectivos de la comisaría de policía de Logroño. Esta dependencia policial fue la primera en recibir noticias telefónicas, a cargo de una voz anónima, del lugar donde se encontraba el liberado.

Fuentes policiales manifestaron desconocer detalles concretos en torno a las circunstancias y lugares donde ha podido permanecer secuestrado Luis Suñer. «Se ha pretendido respetar la emoción e intimidad de una persona de 71 años que ha permanecido en situación extrema durante noventa días», declaró a EL PAÍS una alta fuente policial.

La misma fuente añadió que la prioridad dada a la situación, después del reconocimiento médico, fue el rápido encuentro de Suñer con su familia.

José Palacios Boquera, director gerente de Avidesa y portavoz de la familia a lo largo de los noventa días que ha durado la retención, había declarado, horas antes del feliz desenlace, que el secuestro de Luis Suñer era «el más extraño, ilógico y largo de historia de España». Según Palacios, «la familia no había recibido comunicación alguna ni prueba de los secuestradores» que a lo largo del secuestro permitiera presumir que el industrial estaba con vida.

No obstante, José Palacios añadió que las últimas manifestaciones del comisario Ballesteros habían renovado la esperanza en la familia y que confiaba que en cualquier momento se produjera un feliz desenlace.

Un sobrino de Luis Suñer, localizado por este periódico en la ciudad sanitaria de la Seguridad Social de Logroño, declaró que su tío se encontraba bien y que lo único que deseaba era emprender viaje inmediato hacia Valencia. El familiar del industrial levantino se negó a dar detalles concretos sobre las circunstancias de la liberación.

No obstante, indicó que su tío portaba prendas deportivas en el momento de su hallazgo por la policía que no eran, aparentemente, las mismas que vestía en el momento del secuestro.

Por otra parte, el gobernador civil en funciones de Logroño señaló a EL PAÍS que Luis Suñer se encontraba en la residencia de la Seguridad Social de Logroño, donde fue sometido a los primeros reconocimientos médicos y que no tenía intención de hacer ningún tipo de declaraciones hasta su regreso a Alcira. La primera autoridad civil en funciones precisó que en esos momentos Luis Suñer se encontraba hablando por teléfono con el ministro del Interior, Juan José Rosón.

Posteriormente el industrial liberado se trasladó a la comisaría de policía de la capital riojana y, más tarde, bien avanzada la madrugada, fue al Gobierno Civil de Logroño. Según las últimas informaciones, y por deseo expreso del industrial liberado, regresaría en compañía de sus sobrinos.