Clubes y jugadores pagaron más de 35 millones en multas durante 1978
Las multas a jugadores y clubes le reportaron a la Federación más de 35 millones de pesetas durante el ejercicio de 1978. Tal cantidad representa más del 150% de lo presupuestado para este concepto. En este segundo capítulo del informe elaborado por los censores jurados de cuentas respecto a la Federación se recoge también su extrañeza por cuestiones como que la Federación sólo posea un campo en Tánger, y fuera de uso; la existencia de contabilidades independientes en la Sección de Campos y el Comité de Arbitros; la de una reserva oculta de más de 84 millones, y la falta de inventario y amortización.
Al igual que en los gastos, también se recogen diferencias en los ingresos, en algunos casos de importancia, en relación con lo presupuestado. En el capítulo de gestión deportiva vemos que por «derechos de inscripción por despacho de licencias profesionales» se ingresan 6.9791.140 pesetas en lugar de los 7.500.000 previstas inicialmente. En «derechos del Comité Nacional de Arbitros», los dos millones previstos se quedan sólo en 690.017 pesetas. Sin embargo, los «derechos del Comité Nacional de Entrenadores», presupuestados en 800.000 pesetas, se transforman en 3.213.711 pesetas.En el capítulo gestión administrativa se pierde una pequeña cantidad en «venta de publicaciones e impresos», pero la partida de «sanciones económicas» (tarjetas amarillas a jugadores, multas a clubes y demás) pasa de los 22.500.000 pesetas presupuestados a 35.340.290 pesetas. El capítulo «actividades deportivas» deja 1.572.679,16 pesetas menos de lo previsto; este capítulo incluye los ingresos por la final de Copa y por partidos internacionales. En «recursos financieros», una sola partida, «renta de valores e intereses cuenta corriente», pasa de 5.675.000 pesetas previstas, a más del doble: 12.845.094,26 pesetas. Finalmente, el «canon CSD», previsto en 780 millones, se convierte en 795.141.000 pesetas.
En total, los ingresos exceden a los presupuestados en pesetas 33.761.573,10.
Sigue a todo esto la conclusión de los censores: «De la comparación anterior vemos que la RFEF no lleva una contabilidad presupuestaria, sino que al cierre del ejercicio elabora nuevos presupuestos. Estos presupuestos, diferentes, claro es, al enviado al iniciarse el ejercicio al CSD, y que en junio aprueba la asamblea, se confeccionan, por un laco, el de ingresos cle arreglo a las cifras reales habidas, y, por otro, el de gastos e inversiones ajustado a los ingresos obtenidos». Llama la atención de los censores actuantes el que en determinadas cuentas se ajuste exactamente el importe del gasto a la cifra presupuestada, como ocurre, entre otras, con algunas tan fluctuantes como alumbrado, climatización, agua y energía, gastos de coches, relaciones públicas, etcétera.
Tras la exposición de dichos cuadros, agregan los censores: «También es de destacar el hecho de que se produzcan "gastos ordinarios de los campos adquiridos con fondos propios" sin que en balance luzca la propiedad de ningún campo, excepto el de Tánger, fuera de uso. A esta cuenta se cargan el alquiler del local de Juan de Mena, número 10; sueldo del personal de la sección de campos de la Federación, que funciona como ente independiente, con administración propia, al parecer, aunque con fondos de la RFEF, a través de la cuenta de "actividades", que se nutre del canon del CSD».
Estados financieros
Presentan a continuación los censores la liquidación del ejercicio 1978, el balance de situación en 31 de diciembre de 1978 y el balance de situación en 31 de diciembre de 1977. En el balance de la situación a 31 de diciembre de 1978 aparece una caja de moneda extranjera con un valor por 1.829.455,05 pesetas: «Comprende diversas partidas en billetes extranjeros, significando que, al parecer, no existe autorización del Bando de España para tener este depósito en divisas». Luego viene una relación de los saldos de las cuentas que la Federación tiene en quince bancos diferentes: «No han sido conciliados los saldos expuestos por existir diferencias en los extractos al 31 de diciembre de 1978». La suma de estos saldos alcanza los 103.675.943,23 pesetas.A continuación da detalle de los certificados de depósito, que suman casi cincuenta millones: «Esta inversión tuvo comienzo a mediados de 1976 y la contabilización de los mismos se verificó por el nominal de los certificados correspondientes, que, en su mayor parte incluían los intereses a cobrar en su vencimiento. Por haber procedido la RFEF a su liquidación en el curso de este año 1979, no han podido ser verificados, así como los intereses que, como cuentas compensadoras, figuran en el pasivo» .
El activo incluye también anticipos a cuentas vallas (las vallas que los clubes tuvieron que instalar ese año) por valor de 42.712.644 pesetas, una deuda de gastos extras de Kubala de varios hoteles por importe de 34.177, otra de un millón del Ministerio de Cultura por subvención del Mundial-82, unos saldos deudores de federaciones regionales por más de veintiocho millones y un «saldo deudores de federaciones extranjeras» por valor de 1.849.422,76 pesetas, de la que los censores comentan: «Refleja el saldo de las cuentas con distintas federaciones y organismos extranjeros, sin que, al parecer, exista autorización del Banco de España para mantener estas cuentas». Hav también en el activo 4.481.603,75 pesetas de valores mobiliarios. La casa social está valorada en 23.215.218,15 pesetas, «siendo de significar que no existe amortización alguna. Vienen después inmuebles por valor de 971.704 pesetas, de los que dicen: «La carencia de inventario nos lleva a desconocer estos bienes, adquiridos hace más de diez años, y que, al parecer, se trata de adquisiciones de pisos para federaciones regionales, sin saber más datos que los de simple memoria. Al parecer, no existe amortización». Y hay mobiliario por valor de 4.681.068,66 pesetas, del que dicen: «Hemos de insistir sobre la carencia de inventario fehaciente. En el ejercicio de 1978 no han hecho ninguna amortización».
Pasivo
En el estudio del «pasivo», llama primero la atención a los censores el Fondo Social, valorado en 77.904.481,95 pesetas, cuenta representativa de la valoración del patrimonio de la federación: «A nuestro entender falta en este epígrafe el total de las inversiones que la citada federación ha venido verificando en el transcurso del tiempo en terrenos para campos de fútbol y su acondicionamiento, así como las que ha realizado, también en el transcurso del tiempo, en pisos para el Comité Nacional de Arbitros.Entran después en el estudio de una cuenta titulada «Obligaciones contraídas por Inversiones», de 246.704.593,26: «Del examen y estudio de la documentación proporcionada hemos llegado a la conclusión de que la RFEF en los pasados ejercicios obtuvo del CSD determinados importes correspondientes a certificaciones presentadas ante el mismo, Por inversiones y reformas de campos de fútbol, a llevar a cabo en un futuro». Estudian a continuación todos los movimientos habidos en esta cuenta y llegan a la conclusión de que no se encuentra referencia alguna a obligaciones por obras a realizar en el año 1978, que las obras a realizar hasta el 31 de diciembre de 1977 importan 162.645.822,39 pesetas, y que por tanto existe en dicha cuenta una reserva oculta de 84.058.770,87 pesetas.
Patrimonio extracontable
Estudian en este capítulo los censores la partida de 177.996.121 pesetas para adquisición de terrenos para construcción de campos de fútbol, y remiten a un anexo en el que presentan la información obtenida sobre este asunto, que es llevado «por la sección de campos de la RFEF, con autonomía de la propia federación». La relación de campos adquiridos se acompana también en anexo, «siendo significativo el desconocimiento del valor de algunos campos». En otro anexo se acompañan los pisos adquiridos al Comité Nacional de Arbitros «con cargo a la cuenta de actividades, nutrida con fondos del CSD «y que demuestra la independencia de este Comité Nacional de Arbitros».
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