Satisfacción de la izquierda ante la posible depuración de responsabilidades en la clínica Puerta de Hierro

Los grupos parlamentarios de la izquierda manifestaron ayer su satisfacción ante el nuevo aire que el ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, Jesús Sancho Rof, está impulsando en la sanidad nacional. En respuesta a una de las varias preguntas socialistas que contestó en la Comisión de Sanidad y Seguridad Social del Congreso, Sancho Rof anunció la depuración de responsabilidades, si se detectaban, en la clínica Puerta de Hierro.Ciriaco de Vicente dijo al ministro: «Creo que se está usted mojando y comprometiendo para salvaguardar la Seguridad Social».

La comisión aceptó la propuesta, del ministro de comparecer ante la misma en la semana del 20 al 26 de abril, para explicar la política de su departamento y someterse ordenadamente a las preguntas de los grupos. En la sesión de ayer había programadas dieciocho preguntas, de las que sólo se contestaron cuatro, por acuerdo de todos los grupos de aplazar las restantes, muchas de ellas formuladas a los anteriores ministros de Sanidad, hasta tanto el nuevo titular del departamento formule su programa sectorial. Ante el peligro de que los cambios de ministros continúen, el comunista Miguel Núñez y el socialista Donato Fuejo pidieron que se estableciera un plazo máximo aproximado para la comparecencia ministerial. Sancho Rof propuso, y fue aceptada, la semana que se inicia el 20 de abril.

Irregularidades varias

Las preguntas formuladas ayer por los socialistas Ciriaco de Vicente, Francisco Javier Yuste y Donato Fuero versaron sobre presuntas irregularidades detectadas en la Ciudad Sanitaria Virgen de la Airrixaca, de Murcia, en relación con los médicos residentes en la misma y con un concurso público para la adjudicación de instrumental destinado al servicio de análisis clínicos de dicho hospital; razones para que el director del Instituto Nacional de la Salud asuma la dirección de la Administración Institucional de la Sanidad Nacional (AINSA), e irregularidades funcionales y económicas respecto de la atención sanitaria prestada en la clínica de la Seguridad Social Puerta de Hierro, de Madrid.En relación con el centro sanitario murciano, Sancho Rof contestó que se han abierto expedientes informativos (reconoció que no se habían llevado «con la celeridad debida»), de los que no se había derivado todavía la existencia de responsabilidades, pero sí parecía desprenderse «una infrautilización de algunos aparatos» objetos del concurso citado. Ciriaco de Vicente exhortó al ministro a que no se dejara envolver en las telarañas creadas por la situación actual de la sanidad. «Sálvese usted, señor ministro». Sancho Rof contestó que no le preocupaban las telarañas y que «sí no se terminan los expedientes, las personas encargadas de hacerlos serán sustituidas». En el caso de los médicos residentes, el ministro reconoció que se había producido infracción de ley por simple error administrativo y que se les devolverían las cotizaciones por desempleo irregularmente descontadas. Sancho Rof reconoció también la existencia de cierto centralismo en el funcionamiento de la Seguridad Social. En la respuesta sobre la AINSA anticipó el mantenimiento de una red única y estatal de hospitales y mas autonomía para la Seguridad Social.

El "sanedrín" y el "coto privado"

Ciriaco de Vicente preguntó sobre la supuesta financiación por la Seguridad Social, desde la clínica Puerta de Hierro, a entidades privadas dotadas de ánimo de lucro, mediante subvenciones reales derivadas de honorarios profesionales y precios de atenciones por debajo de los costes reales. El diputado socialista imputó estos hechos a lo que denominó el sanedrín de Puerta de Hierro, «coto privado dentro de un ente público».El ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social informó que la inspección iniciada el 25 de agosto del pasado año fue interrumpida un mes después. Señaló que la inexistencia de contabilidad en la Seguridad Social impedía cuantificar exactamente los costes, y anunció que, como consecuencia de la auditoría, se va a un conocimiento de los costes por servicios y no de forma global como hasta ahora. Dio cuenta de la orden del anterior ministro para que se elaboren nuevos reglamentos de funcionamiento y de régimen interior que permitan un control riguroso. Sancho Rof asumió las instrucciones de Alberto Oliart y añadió que no excluía las responsabilidades personales, que, si se detectan, «serán depuradas».