Sesiones de puro trámite y oferta contenida

La pasada semana estuvo marcada por el síndrome del puente vacacional, y los mercados de valores apenas experimentaron variaciones significativas a lo largo de sus tres sesiones en Madrid, Barcelona y Valencia, y durante el ciclo completo en Bilbao, única capital bursátil en la que el jueves no se consideró día festivo.Las intenciones de operadores y especialistas de forzar unos comportamientos cuanto más lineales mejor quedó bien patente desde los primeros compases de la sesión del martes, donde apenas se presentaron órdenes de compra a los distintos corros, y los vendedores, casi siempre canalizados a través de los especialistas, hicieron gala de una cautela extrema evitando' siempre el que su presencia determinase pérdidas de consideración.

El único grupo que escapaba de este análisis era el eléctrico, donde, si bien los compradores manifestaron la misma remisión a actuar que en el resto de los corros, la oferta se mostró bastante menos recatada. Si las pérdidas no revistieron mayor importancia en este sector fue sencillamente debido a que las pérdidas sucesivas que se iban generando no eran capaces de sacar a los presuntos compradores de su mutismo.

Los continuos rumores sobre la presencia de supuestas partidas de acciones eléctricas de las que en la ficción de barandilleros y especuladores era vendedor el Banco de España, junto con la presencia real de algunos paquetes de cierta consideración que ponían a la venta dos o tres grupos determinados, fueron a la postre los causantes del evidente deterioro que sufrió la salud bursátil de estas acciones.

La calma chicha más absoluta definió el comportamiento de los valores del sector bancario, quienes cómodamente instalados en sus actuales precios miraban a los menores del mercado (el 90% del resto de los valores cotizados) con una mezcla de superioridad e indiferencia.

Otra nota destacable dentro de este grupo fue la suspensión de la cotización de las acciones del Banco Rural y Mediterráneo, que ha convocado su junta general de accionistas para el próximo día 11 de abril, en la que se presentarán unas pérdidas del ejercicio de unos 3.400 millones de pesetas y se propondrán una reducción de capital, junto con una posterior ampliación al 200%, cuyo importe, unos 3.500 millones, serán desembolsados por el patrimonio del Estado.