Schmidt y Giscard d'Estaing consideran "muy positiva" la política de Reagan
El presidente francés, Valéry Giscard d'Estaing, y el canciller alemán, Helmut Schmidt, valoran como «muy positiva» la política del nuevo presidente norteamericano, Ronald Reagan. Así lo afirmaron ambos el domingo por la noche, al terminar su conversación de tres horas, en las proximidades de Estrasburgo (Francia), mientras cenaban en compañía de sus ministros de Exteriores, el francés Jeán François Poncet y el alemán Hans Dietrich Genscher.
La cena celebrada en el restaurante El Buey, en donde ya se habían reunido los dos políticos el año pasado, tenía por objeto demostrar la solidez del eje París-Bonn. Que haya coincidido,con la vigilia electoral francesa parece casual, pero cada cual interpreta el hecho a su modo.Los dos hombres de Estado han repasado la actualidad y, en efecto, tanto en materia de política europea como en el plano internacional, «existe una convergencia de análisis y de puntos de vista», según Giscard.
A propósito de Europa, Giscard y Schmidt se han puesto de acuerdo en vísperas de la cumbre europea que se celebrará dentro de ocho días en Maestricht (Holanda) y que abordará esencialmente los problemas agrícolas y pesqueros. No han filtrado información sobre lo discutido, pero los observadores estiman que en la cumbre precitada «no se resolverá nada importante, en espera del resultado de las elecciones francesas».
En todo caso, según meilios oficiosos franceses consultados ayer por EL PAÍS, resulta ingenuo, por no decir algo más grave, pensar que Francia y Alemania Occidental no están de acuerdo en lo «tocante a la adhesión española».
Tras las recientes visitas a Washington de los ministros de Exteriores francés y alemán, el socialdemócrata Schmidt y el liberal Giscard no dicen nada nuevo al reafirmar su satisfacción por la elección de Reagan. «Con ello», anota un observador progresista, «pretenden "despertar", sobre todo en el sur de Europa occidental, a quienes aún continúan pensando la política nacional y la geopolítica mundial en los términos simplistas correspondientes a los tiempos en que todo se reducía a un problema de derechas y de izquierdas».
La "cumbre" de Ottawa
Giscard y Schmidt también se pusieron de acuerdo sobre el diálogo norteamericano y sobre las relaciones con los países en vías de desarrollo, temas centrales previstos para la próxima reunión de los siete países industrializados en Ottawa (Canadá) este verano. Los dos hombres quieren «restablecer el orden, la estabilidad y la confianza en las relaciones económicas internacionales ».
La concertación internacional franco-alemana se extiende a las relaciones bilaterales. Los dos países quieren establecer un plan común con el fin de mejorar su situación económica, «tanto en el plano de la actividad geirieral como en el del empleo». El primer ministro galo, Raymond Barre, viajará a Alemania Occidental próximamente para mantener conversaciones sobre esta cuestión.
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