_
_
_
_
_

La República de Irlanda ratifica su neutralidad en política exterior

Andrés Ortega

El primer ministro irlandés, Charles Haughey, se esforzó el miércoles por la tarde en desmentir los insistentes rumores sobre la firma de un acuerdo de defensa entre Londres y Dublín, acuerdo que significaría el abandono por la República de Irlanda de su neutralidad en política exterior.

Irlanda del Sur es el único país miembro de la Comunidad Económica Europea (CEE) que no pertenece a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Irlanda que, como España, no participó en ninguna de las dos guerras mundiales, no cedió en 1949 a las fuertes presiones de Estados Unidos para que ingresara en la Alianza Atlántica. La mayoría de la población de la República parece, según los sondeos, muy apegada a la política de neutralidad.Este es un tema que repentinamente ha cobrado una importancia primordial, tras la cumbre angloirlandesa de Dublín, en diciembre, en la que el primer ministro irlandés, Charles Haughey, habló de revisar la «totalidad de las relaciones» entre Eire y el Reino Unido.

Al iniciarse ante el Parlamento irlandés el primer debate importante sobre defensa desde el final de la segunda guerra mundial -debate solicitado por numerosos parlamentarios de la mayoría y de la oposición-, Charles Haughey afirmó que «el Gobierno irlandés no negociaba ni discutía ningún tipo de acuerdo de defensa secreto, ni con Gran Bretaña ni con ningún otro país o grupo de países».

Su Gobierno, añadió, «no está sometido a ningún tipo de presión, por parte de nadie, para incitar a Irlanda a adherirse a la OTAN».

Haughe declaró, sin embargo, que su Gobierno estaba del lado de los países occidentales, y que aceptaría un acuerdo de defensa del Mercado Común, si la CEE llegaba a una unión política. «No somos ideológicamente neutrales ni políticamente indiferentes», puntualizó Haughey, aunque reconoció que por ahora era mejor para Irlanda mantener su neutralidad política.

Concretamente, el primer ministro no descartó que el día en que se llegue a una solución política satisfactoria para Irlanda del Norte (Ulster) se busque también una nueva política de defensa para la totalidad de la isla.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Pero la idea de un pacto defensivo con Gran Bretaña, a cambio de una solución negociada de la cuestión del Ulster, ha perecido, en parte debido a divisiones internas en el partido gubernamental, Fianna Fail, sobre esta cuestión.

En 1949, en respuesta a una invitación para integrarse en la OTAN, Dublín señaló que «no podría entrar en una alianza militar con un Estado responsable de la división no natural de Irlanda..., que parte el país con sus fuerzas militares».

El debate que lanzó el Gobierno en la Cámara de Representantes irlandesa debería haber sido inocuo, pero la oposición presentó unas enmiendas exigiendo una firme declaración de la neutralidad de Eire. Cumplido el tiempo reglamentario del debate, tres horas y media, el Gobierno decidió aplazar la discusión y la posible votación, hasta nueva orden, provocando un gran tumulto.

El líder del Fine Gael, principal partido de oposición, Garret Fitzgerald, declaró que no estaba en absoluto convencido por las garantías dadas por el primer ministro.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_