_
_
_
_

Las prisas por salvar la democracia

( ... ) Ahora todo el mundo tiene prisa por salvar la democracia amenazada, pero también nos parece lícito preguntar qué hicieron para solidificarla cuando la vida política transcurría por cauces normales. Esta reflexión nos llevaría a todos, a partidos, sindicatos, organizaciones y ciudadanos, a un poco amable examen de conciencia. En España se actuaba como si la democracia -que sólo ha ocupado paréntesis de nuestra hístoria- fuera no sólo la organización de la sociedad definitiva, sino un estado de espíritu natural y asimilado a través de generaciones. Y así estamos.Los grandes problemas de Estado eran orillados con las armas, siempre mortales en política, de la ligereza y la demagogia. Si exceptuamos el consenso constitucional, después no se realizó más que política de partidos con fines ostensiblemente electorales, cuando no se trabajaba claramente para precipitar el advenimiento de modelos de sociedad que no eran coherentes con el tiempo y la geografía que nos toca vivir. Afrontábamos la crisis económica que nos ahoga con un alegre muestrario de huelgas y millones de horas de trabajo perdidas. Nos sentíamos escrupulosamente legalistas y llenos de buenos y humanos sentimientos ante un terrorismo cruel, asesino y sin entrañas. Creíamos que... En fin, la letanía sería larga. ( ... )

10 de marzo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_