La CEE concede a España un préstamo de 30.000 millones de pesetas
La Comisión Europea dio ayer su visto bueno a la demanda de cooperación financiera presentada por España y ha pedido al Consejo de Ministros de la CEE que ordene a la Banca Europea de Inversiones (BEI) la creación de un fondo de aproximadamente 10.000 millones de pesetas anuales para financiar proyectos destinados a preparar la adhesión de nuestro país al Mercado Común, para evitar traumas económicos de última hora, cuando el ingreso definitivo de España se produzca.La demanda de cooperación financiera fue presentada por el Gobierno español el pasado 15 de octubre. Los últimos acontecimientos de Madrid parecen haber decidido a los vicepresidentes Lorenzo Natali y François Xavier Ortoli, responsables de la propuesta, a apresurar los trámites y a presionar al Consejo de Ministros para que muestre fehacientemente su apoyo a España. El comunicado oficial hecho por la Comisión reafirma su voluntad de progresar rápidamente en el camino de la integración «de la joven democracia española» en el seno de las Comunidades Europeas.
El contenido exacto de la demanda española no fue hecho público oficialmente en su día, pero fuentes oficiosas señalaron que Madrid pedía una cifra global de 250 millones de unidades de cuenta europea (ECU), es decir, unos 25.000 millones de pesetas. La comisión parece preferir la fórmula de cien millones de ECU anuales «desde ahora y hasta la adhesión», lo que supone, dado que ésta no será poslble al menos antes de tres años, una cantidad global de 30.000 millones de pesetas, aproximadamente.
La propuesta de la Comisión debe ser estudiada, y en su caso aprobada, por el Consejo de Ministros de la CEE. Lo lógico sería que el documento constara en el orden del día de la reunión de los titulares de Economía y Finanzas, previsto para el próximo día 16, pero podría también ser pospuesto hasta una próxima convocatoria de los ministros de Asuntos Exteriores.
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La eficacia del préstamo comunitario dependerá de España
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El primer caso sería el más conveniente para España, ya que los titulares de finanzas son también los gobernadores de la BEI, lo que supondría «matar dos pájaros de un tiro».
El montante del fondo de préstamos previsto para España, caso de que prospere la propuesta de la Comisión, es especialmente importante. La BEI concedió, por ejemplo, en 1979 préstamos de ese tipo por valor de 347 millones de ECU para el conjunto de todos los países mediterráneos no miembros de la Comunidad. Grecia obtuvo 104; Portugal, 49; Egipto, 65, y Marruecos, 26.
Según las normas de la Banca Europea de Inversiones, una vez se ponga en marcha el mecanismo, es decir, no antes del próximo verano, España deberá presentar proyectos «destinados a preparar la adhesión». La BEI estudiará cada proyecto y, si los aprueba, los financiará hasta en un 30%. Se pueden acoger a este tipo de préstamos todo tipo de empresas, públicas o privadas, siempre que cuenten con la aprobación del Gobierno de Madrid. De acuerdo con las prioridades sugeridas por la Comisión, no es difícil predecir que las más beneficiadas pueden ser empresas como la Renfe, las compañías eléctricas o grupos de pequeñas y medianas empresas de sectores en crisis que se unan para reestructurar su producción.
Medios comunitarios recordaron que la «eficacia» de este tipo de préstamos depende mucho de la capacidad de iniciativa de la Administración y de los empresarios españoles. Si España no es capaz de presentar inmediatamente los proyectos necesarios podría darse el caso de que no se aproveche todo el dinero disponible.
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