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Logrado el acuerdo sobre salarios, la reestructuración de la siderurgia queda pendiente de su aspecto financiero

Con el acuerdo logrado entre empresas y sindicatos del sector respecto a los salarios y jornada laboral, la reestructuración de la industria siderúrgica integral queda tan sólo pendiente de su aspecto financiero, cuya negociación con las entidades de crédito que tienen contraído riesgo con el sector quedó congelada en espera del acuerdo logrado en la madrugada de ayer con la representación obrera. En medios de la Administración se asegura que los bancos no plantearán excesivos problemas a la hora de firmar los créditos que prevé el plan de reestructuración, lo que permitirá iniciar la misma de manera inmediata.

La negociación con la banca para alcanzar el primer objetivo que prevé el plan de reestructuración -reducir las cargas financieras de las tres empresas que integran el sector desde el aproximadamente 20% que presentan hoy hasta un 8%- parece ultimada.Queda, no obstante, por cerrar el acuerdo con los bancos que presentan riesgo en la siderurgia para la contribución de créditos destinados a la dotación de tesorería de las empresas. En este aspecto, las mayores dificultades -aunque la Administración se muestra optimista al respecto- parecen venir de la postura del Banco de Vizcaya en cuanto a su participación en los mismos.

Al parecer, la fórmula sugerida por el Banco de Vizcaya para amortizar la deuda que con esta entidad tiene contraída la empresa Altos Hornos de Vizcaya (AHV) supone un intento por parte de este banco para reducir su riesgo en la siderurgia, en base al cual, y de manera proporcional, la Administración, a través de las empresas, le solicita su participación en los referidos créditos.

Los créditos contraídos en la actualidad por el sector representan un total de 139.000 millones de pesetas. El primer objetivo del plan de reestructuración supone reducir las cargas financieras de estos créditos hasta un 8% sobre el total de la facturación del sector. El total de los créditos se distribuye de la siguiente manera: Ensidesa, 85.000 millones de pesetas (de ellos, 25.000, del Banco de Crédito Industrial y 60.000, del INl); Altos Hornos del Mediterráneo, 22.000 millones de pesetas del Banco de Crédito Industrial, y Altos Hornos de Vizcaya, 32.000 millones de pesetas, de los cuales 16.000 corresponden al Banco de Crédito Industrial. y el resto a la banca privada.

De los 22.000 millones de pesetas que representan la deuda de AHV con las entidades privadas de crédito, al Vizcaya le corresponde el 24% del riesgo. Porcentaje similar le corresponde al Banco de Bilbao, y en torno a los 4.000 millones de pesetas se sitúa la cifra del crédito del que es acreedor el Banco Urquijo.

Los aspectos básicos de la oferta del Vizcaya para amortizar su riesgo en AHV se centran en la quita de mil millones de pesetas, de los 5.000 millones que le adeuda esta empresa, y la consolidación del resto en las condiciones que establece la propuesta del Gobierno. Esta propuesta supone reducir los tipos medios de los intereses de los créditos al 4% y congelar los reembolsos de principal hasta el 1 de enero de 1984.

De otra parte, de los 28.000 millones de pesetas de nuevos créditos avalados por el INI para dotar de tesorería a Altos Hornos de Vizcaya (para las tres empresas se ha establecido un total de 60.000 millones), la participación del Vizcaya, de acuerdo con el 27,75% de su cuota de riesgo en el total de deuda que presenta la empresa con la banca privada, sería aproximadamente de 7.700 millones de pesetas.

La propuesta del Vizcaya en este sentido, que quedó congelada en diciembre último a la espera del acuerdo sobre salarios logrado ayer con las centrales, consiste en aportar 2.000 millones de pesetas, con el compromiso de obtener los 5.700 millones restantes mediante un crédito sindicado dirigido por el propio banco.

El capítulo financiero de la reestructuración se cierra con la inversión, que se iniciará este mismo año, de un total de 130.000 millones de pesetas. Una comisión constituida por empresas y centrales, con la presencia de la Administración para temas concretos, vigilará y orientará estas inversiones, destinadas, entre otras mejoras, a la instalación de un tren de bandas en caliente y nuevas acerías.

Salarios y jornada

En cuanto al acuerdo logrado entre empresas y centrales sobre salarios, su importancia ha sido puesta de manifiesto a EL PAIS por el subsecretario de Industria, Enrique Aldama, ya que supone el establecimiento de una «política de concertación en un sector que presentaba las máximas dificultades por la situación económica del mismo y el número de trabajadores afectados.

«Este acuerdo», en opinión de Aldama, «abre un camino de solución a los temas de reconversión industrial que ha de permitir alcanzar niveles competitivos a nuestras empresas sin producir situaciones límite, manteniendo el máximo nivel de empleo».

En materia de salarios, las mejoras pactadas con las centrales suponen un incremento para este año del 9% sobre tablas. Para 1982, el incremento salarial pactado es del 70% del índice de precios al consumo que registre dicho año. Ambas partes aceptan como índice orientativo para 1982 el 13,57%. Al final del año, no obstante, se revisará el incremento salarial si se supera la previsión del IPC.

La jornada laboral se reducirá veinticuatro horas anuales en 1982 y otras tantas en 1983.

La reducción de plantilla se ha previsto en 5.800 puestos de trabajo, mediante jubilaciones anticipadas y bajas voluntarias.

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