Calvo Sotelo rechaza la coalición, pero ofrece al PSOE un "diálogo" sobre los problemas de Estado

El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, rechazó ayer la oferta socialista de formar un Gabinete de coalición, al tiempo que expresó la necesidad de abrir un diálogo sobre los principales problemas de Estado. El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González, aceptó esta oferta de diálogo, afirmando que «cada parte mantiene sus posiciones sobre la coalición, pero no queremos hacer de esta cuestión un debate agrio». Calvo Sotelo, que había visitado por la mañana al Rey, recibió también en la jornada de ayer a Jordi Pujol, presidente de la Generalidad; Agustin Rodríguez Sabagún, presidente de Unión de Centro Democrático, y Marcelino Oreja, gobernador general del País Vasco.

De acuerdo con los datos suministrados por Felipe González respecto a la conversación con Calvo Sotelo -que se prolongó hora y media-, una vez clarificada la postura del jefe del Gobierno y explicada la del líder socialista, se pasó a examinar los principales problemas de Estado, centrados en la cuestión autonómica, la situación económica y la inseguridad ciudadana. Todo parece indicar que, a falta de coalición, el presidente del Gobierno solicita del PSOE una actitud favorable para la concertación de algunas soluciones, en lo que podría suponer una resurrección de pasados consensos. Al parecer, uno de los temas que ocupó más tiempo en la conversación del presidente con Felipe González estuvo referida al proceso autonómico, tanto en lo que se refiere al mapa resultante de dicho proceso como a los sistemas electorales y a la institucionalización del reparto de poderes. Según fuentes dignas de crédito, en la conversación se manifestó una preocupación compartida por el hecho de que la autonomía, tal como se ha llevado hasta ahora, no está basada en criterios que inspiren seguridad respecto al «Estado resultante»; seguridad que ha de referirse tanto a los problemas económicos como a terminar con la dinámica de agravios comparativos, que dan la imagen de que todos tiran del conjunto de España como si estuvieran sacando jirones.

Por el contrario, no ha podido conocerse dato alguno referido a las informaciones que ambos dirigentes manejaron en torno a la situación militar y las consecuencias del fallido golpe de Estado. Al término de su entrevista con Calvo Sotelo, Felipe González se limitó a decir: «Hemos hablado con extensión de estos temas, y creo que tenemos puntos de vista similares en cuanto a su contenido. Voy a ser extraordinariamente discreto sobre ellos, pero creo que la opinión pública conoce los datos principales de la situación». Y a la pregunta de si está fundamentada la preocupación pública de estos días, Felipe González contestó: «Yo creo que la opinión pública tiene un sentido común extraordinario: y cuando cree que hay motivos para estar preocupada, es que efectivamente los hay».

Otros temas estudiados en la conversación fueron los relativos a la democratización del Estado -«no creo que esa tarea haya de ser emprendida sobre la base de volver patas arriba el modelo de Estado», dijo a este respecto el secretario general del PSOE, y, en cuanto a la eventual declaración del estado de excepción en el País Vasco, Felipe González descartó rotundamente esta posibilidad. «Yo no lo he mencionado en absoluto, y pienso que el presidente tampoco tiene en la mente una medida como esa».

Por la mañana, Leopoldo Calvo Sotelo había recibido en la Moncloa al presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, quien renovó al presidente el apoyo de la Minoría Catalana al Gabinete de UCD y descartó la necesidad de una coalición, de acuerdo con las noticias disponibles acerca de dicha reunión.

«Nosotros», declaró Pujol a la salida, «nunca hemos sido partidarios de la coalición. Suponiendo que los grandes partidos decidieran hacerla, tampoco por ello nos íbamos a rasgar los vestidos, pero pensamos que una democracia se fundamenta en la existencia de verdaderas alternativas. El partido del Gobierno debe gobernar, y si necesita apoyos, ha de buscarlos. El partido de la oposición no tiene que dedicarse a la erosión sistemática, sino presentar soluciones que algún día sea capaz de aplicar cuando llegue al poder».

Según versiones recogidas por nuestro corresponsal en Barcelona, Alfons Quintá, la principal preocupación del presidente de la Generalidad es evitar que se produzca una coalición que implique la entrada del PSOE en el Gobierno. En su entrevista con Calvo Sotelo, Pujol defendió la conveniencia de evitar tal coalición y reproducir la situación que caracterizó al Gobierno Suárez, en el sentido de continuar el apoyo de la Minoría Catalana al Gabinete. No obstante, y en caso de una coalición, Pujol también intentaría sumarse a la misma.

Por otra parte, Europa Press informa que el presidente del Gobierno prepara una intervención que desea realizar a través de RTVE.