La CEE reconoce que la industria siderúrgica necesita nuevos apoyos

La reunión de los ministros de Energía e Industria ha puesto de manifiesto que el acero preocupa tanto a la Comunidad Económica Europea (CEE) como el petróleo de cara al futuro inmediato.El consejo ministerial no ha considerado alarmante el futuro del abastecimiento energético de los diez países comunitarios, pero sí ha mantenido la señal de alerta como consecuencia de la grave crisis de la siderurgia.

El consejo de ministros de Industria celebrado el martes pasado tuvo que constatar, a la luz de los informes de los expertos, que la situación de la siderurgia comunitaria continúa en estado crítico y serán necesarias nuevas medidas de saneamiento.

Los ministros habían acordado el pasado mes de noviembre establecer el estado de crisis manifiesta en este sector clave de la CEE y ordenar una reducción obligatoria de la producción de acero de un 15 % por término medio, hasta el 30 de junio próximo.

El debate ministerial ha puesto de manifiesto que estas medidas deberán continuar en vigor largo tiempo, mientras se inicia paralelamente un estricto programa de reestructuración.

Sin embargo, no se ha podido llegar todavía a un acuerdo sobre una auténtica política común en el sector siderúrgico, especialmente por el obstáculo de las ayudas nacionales a las empresas (unos 6.000 millones de pesetas en 1980).

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