Espectacular evasión en helicóptero de dos presos de una cárcel francesa
La evasión de la cárcel en helicóptero fue el gran espectáculo de ayer por la mañana en Francia, escenificado en la prisión Fleury-Merogis, en las proximidades de París. Dos reclusos se fugaron con la complicidad exterior de dos amigos. El hecho, en el contexto de la campaña electoral para las presidenciales que se celebrarán durante la primavera inmediata, aviva el debate sobre la seguridad de los ciudadanos.A media mañana de ayer, dos personas alquilaron un helicóptero con el piloto correspondiente, «para realizar un desplazamiento rápido ». Ya en el aire, los dos individuos, pistola en mano, conminaron al piloto: «Opere tal como le vamos a indicar. Hemos secuestrado a su mujer y a sus dos hijos, y no quedarán libres hasta que concluya nuestra operación».
El piloto obedeció las órdenes de sus dos viajeros. Navegaron hasta la altura de la cárcel y, en el momento preciso en que los detenidos paseaban por el patio, el helicóptero se posó e instantáneamente dos de los presos montaron en el aparato, que, acto seguido, despegó de nuevo. Según los primeros detalles de los testigos presenciales, la operación apenas duró un minuto.
Nadie comprendía lo que estaba pasando, y los vigilantes de la cárcel, por añadidura, se encontraban desarmados. El helicóptero emprendió el viaje de retorno y aterrizó en un campo de deportes situado en la entrada sur de París, en la Puerta de Orleans. Los cuatro viajeros desaparecieron y el piloto volvió a su base.
El espectacular acontecimiento atiza en este país el debate sobre la seguridad de los ciudadanos, que se ha convertido en uno de los grandes temas lectorales.
Durante los ultimos cuatro meses los tribunales galos han condenado a la guillotina a siete personas. Anteayer se confirmó que la abogada de un detenido le había facilitado una pistola a su clierite, con la que éste intentó evadirse, hiriendo gravísimamente a un vigilante de la cárcel. El último sondeo, reciente, sobre la pena de muerte revela que el 63% de los franceses es partidario del mantenimiento de la guillotina, mientras el 31 % se opone.
La alta criminalidad aumentó, en un 5% cada año durante la última década, según estiman los sociólogos, todo esto, unido a la crisis económica y a sus consecuencias, acentúa el sentimiento de miedo dé los franceses. El Comité Nacional de Prevención de la Violencia dice que el 80% de los galos acusa «un sentimiento agudo de inseguridad».
Los datos expuestos, en vísperas de las presidenciales, han hecho de la seguridad de los ciudadanos, un tema electoral que, el Gobierno, como el partido comunista, esgrimen ya de manera abierta.
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