_
_
_
_

Algo más que un crimen

Las autoridades españolas han reaccionado con vigor y rapidez, después de la muerte por tortura, el viernes 13 de febrero, de un detenido presunto miembro de ETA Militar. Fernández Ordóñez, ministro de Justicia en el Gabinete Suárez, que está todavía en funciones, ordenó la apertura inmediata de una investigación. ( ... )La reprobación de la clase política es unánime. De la ízquierda a la derecha, todos piden que se haga luz sobre las circunstancias exactas de la muerte de José Arregui y sobre los malos tratos que ha sufrido.

El otoño pasado, un informe de Amnistía Internacional había de nunciado casos precisos de tortura y comentado con toda justicia que las disposiciones de la ley Antiterrorista favorecían todos los exce sos policiacos. ( ... )

En virtud de esta ley de excepción, Arregui, como tantos otros sospechosos estos últimos meses, ha podido ser mantenido legalmente en detención durante diez días, sin ninguna protección. En el País Vasco es donde la emoción, naturalmente, ha sidomás viva. La mayoría de las formaciones políticas y sindicales han lanzado una consigna de huelga general, y el Parlamento vasco de Vitoria ha pedido la derogación de la ley Antiterrorista. Una vez más, la unión sagrada de los vascos se hace espontáneamente contra el Gobierno de Madrid. En pocos días, todo ha cambiado. El asesinato, la semana pasada, del ingeniero José María Ryan, por ETA Militar, había suscitado la indignación de la opinión española y de una gran mayoría de vascos preocupados por conquistar una autonomía verdadera, en paz y libertad.

ETA Militar aparecía de repente como minoritaria y reducida a batirse contra los vascos partidarios de la no violencia. El juicio severo del diario madrileño EL PAÍS sobre la organización separatista, calificada de pura canalla, era también el de todas las organizaciones vascas moderadas.

La muerte en prisión de José Arregui, promovido e ó el ingeniero Ryan al rango e víctima ejemplar, trastorna todos esos hechos favorables al Gobierno de Madrid. Desde este punto de vista, la muerte del militante vasco es, más que un crimen, un enorme error político.

París, 17 de febrero

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_