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Reacciones a la muerte de José Arregui

Los obispos de Bilbao y San Sebastián condenan la muerte de Arregui y el uso de la tortura

El obispo de San Sebastián, José María Setién, y los obispos de Bilbao Luis María de Larrea y Juan María Uriarte, se han pronunciado enérgicamente contra la tortura en sendas declaraciones públicas, según informa Efe. Los obispos de Bilbao elaboraron un comunicado, difundido ayer, en el que se señala que «ninguna razón, ni siquiera la seguridad ciudadana bien entendida, justifica el recurso a la tortura», añadiendo que «una sociedad que se defiende con estos medios se destruye a sí misma». En una carta pastoral dirigida el domingo a su diócesis, José María Setién decía, entre otras cosas, que «no hay ninguna razón de Estado ni de eficacia que justifique robar a las conciencias la fuerza de sus convicciones éticas».Los prelados bilbaínos comienzan su escrito aludiendo a José María Ryan, cuya muerte, señalan, «hemos seguido recientemente con angustia», para añadir: «Podemos afirmar con tremenda pena que la muerte de José Arregui es el resultado de unas acciones y omisiones que acompañaron o siguieron a su detención el día 4 de febrero».

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« Desgraciadamente », señala el comunicado, «las torturas y la muerte de José Arregui no son un hecho fortuito y singular. Son posibles porque la ley de Seguridad Ciudadana, actualmente vigente, priva al detenido de las garantías necesarias para evitar todo posible abuso de poder por parte de los agentes del orden. Es cierto que la ley de Seguridad Ciudadana prevé la intervención del juez a lo largo del período de incomunicación para comprobar si se respeta la dignidad humana del detenido. Pero ciertos indicios nos hacen temer que esta garantía no se cumple en muchos casos».

Los obispos bilbaínos ponen de relieve que la defensa que hicieron de la vida de Ryan «no significaba ninguna aprobación de la política energética del Gobierno ni de los intereses de una empresa», del mismo modo que la defensa de la vida de Arregui no implica «la aprobación de su ideología ni de las actividades del grupo armado al que haya podido pertenecer».

Los prelados bilbaínos terminan indicando que las medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno podrían ser un signo para estimular la esperanza de los ciudadanos «si se ven complementadas por otras todavía necesarias para que la justicia y la ejemplaridad sean garantizadas».

Por su parte, José María Setién dice en su pastoral que la tortura «es una violencia a la que debe oponerse todo hombre, en razón del respeto a la dignidad personal», añadiendo que es reprobable por sí misma, pero mucho más «cuando llega al extremo de eliminar, intencionadamente o por puro error en el cálculo de la resistencia humana, la vida de un hombre».

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