España pide en la CSCE la colaboración internacional contra el terrorismo
Un día antes de que se inicien los trabajos de redacción de un documento final de la Conferencia de Madrid, España pidió nuevamente la colaboración de los 35 países miembros en la lucha contra el terrorismo internacional, un problema «gravísimo, cuya erradicación debe ser abordada con decisión y eficacia ».El jefe de la delegación española, embajador Javier Rupérez, intervino ayer ante la sesión plenaria de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) para defender la propuesta de acción conjunta antiterrorista que patrocina España y apoyan otras seis naciones. «Nuestra única alternativa es anular el terrorismo para poder seguir construyendo, con criterios racionales, las estructuras de convivencia de nuestras sociedades», dijo Rupérez.
«El terrorismo, como el frío o el calor, no necesita definición: se siente y se sufre», añadió el representante español, para quien «sólo una cosa es cierta: el terrorismo es terror, y el terror es ajeno y contrario a la naturaleza civilizada del hombre».
La propuesta española contiene, en siete apartados, un plan de acción internacional, que Rupérez calificó de «coherente y realista», y sus disposiciones abarcan desde una actitud ética y política de firme condena del terrorismo hasta la «concreta cooperación en los terrenos legales, policiales y políticos para combatirle con eficacia».
Pasa a página 7
Estados Unidos acusa a la Unión Soviética del armamentismo
Viene de primera página
Criticó el delegado español las afirmaciones aparecidas en algunos órganos de Prensa de países participantes en la CSCE en las que se ha indicado que en algunas naciones existe terrorismo por la incapacidad de la clase dirigente para superar sus propias contradicciones, y dijo que «no hay terrorismo malos y buenos, odiosos y amables, crueles y piadosos». Aunque Rupérez no citó a ningún país ni medio de comunicación concreto, era obvia su referencia al diario soviético Pravda y a la agencia oficial Tass.
La propuesta española, que respaldan Estados Unidos, Italia, República Federal de Alemania, Reino Unido, Portugal y Turquía, fue debatida a nivel de comisión. La delegación soviética condenó el terrorismo, pero quiso diferenciarlo de los movimientos de liberación nacional. La propuesta antiterrorista presentada por España está siendo estudiada, pero aún no se ha tomado una postura concreta, según indicó el representante de la URSS. En general, la propuesta recibió el apoyo de los países occidentales y una actitud más cautelosa, aunque no abiertamente negativa, por parte de las naciones del Este.
Kampelman critica a la URSS
La sesión plenaria de ayer, con la que se cierra esta fase de la CSCE y se abre la de preparación de un documento final, registró también una enérgica intervención del embajador norteamericano, Max Kampelman, quien acusó a la Unión Soviética de armamentismo y criticó la propuesta de Polonia sobre una conferencia de desarme, a celebrar en Varsovia el presente año.
«Cuando nosotros nos armamos, los soviéticos se arman; cuando dejamos de hacerlo, los soviéticos continúan armándose», dijo el jefe de la delegación norteamericana, quien utilizó en su intervención abundantes cifras sobre los gastos militares soviéticos y el volumen de su material bélico en Europa oriental. «El crecimiento militar soviético ha sobrepasado con creces sus necesidades defensivas y tiene una capacidad ofensiva; una capacidad de ataque por sorpresa», aseguró Kampelman.
El representante norteamericano, que mantuvo recientemente conversaciones en Washington con la nueva Administración republicana, dijo que «mi país ha llegado a la conclusión de que debe fortalecer sus fuerzas armadas, pero con la esperanza de que este poderío militar reforzado evitará la agresión militar de otros».
Kampelman, que aludió brevemente a la intervención soviética en Afganistán, criticó la propuesta de conferencia de desarme que presentó Polonia y apoya el bloque oriental, y dijo que cualquier tipo de acuerdos sobre distensión militar y desarme requieren medidas eficaces y verificables.
La propuesta francesa de conferencia de desarme recibió un discreto respaldo del delegado norteamericano, aunque no el apoyo explícito. Kampelman dijo que en los próximos días podría discutirse sobre el foro y los medios apropiados para hacer progresos en los temas de seguridad y cooperación.
La CSCE, después de 42 jornadas de trabajo, entra ahora en la etapa final y más delicada: la redacción de un documento final en el que se recojan los acuerdos alcanzados y se convoque una nueva reunión de la Conferencia. La inflexibilidad de las posturas de los dos grandes bloques podría poner en peligro la consecución de acuerdos sustanciales y el propio proceso de distensión, aunque no se descarta una actitud conciliatoria en los últimos días de trabajo. Teóricamente, la reunión de Madrid de la CSCE debe finalizar el 5 de marzo, pero es posible que se prolongue cerca de un mes más.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
