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Escandalosas declaraciones de Louis Aragon sobre Salvador Dalí

En el número nueve de la revista Poesía, que acaba de aparecer, se incluye una amplia conversación con el célebre poeta francés Louis Aragon. Este habla esencialmente de España, con tono entrecortado, mezclando frases neutras con otras donde brillan el ingenio y el desatino. La zona más sabrosa presenta como víctima al pintor Salvador Dalí, a quien Buñuel le presentó a finales de los años veinte.Aragon da noticia así de su primer enfrentamiento con el artista plástico: «Fue a raíz de que el Orient Express saltara por los aires, cuando pasaba por el norte de Grecia o por Macedonia. Para poner la bomba escogieron, creo yo que serían anarquistas, el vagón más lujoso, el más rico. Hablábamos de ello y hacíamos diversas reflexiones, cuando de pronto Dalí suelta: "Pues si yo quisiera poner una bomba en un tren no la pondría en el vagón de los ricos, eso seguro; la pondría en el de los pobres, porque es más escandaloso". Jamás le volví a dirigir la palabra después de esta frase».

Dalí es evocado, además, como indefenso fantasma al que Buñuel protege y que necesita que su hermana le da la mano para cruzar las calles. Luego del incidente relatado, cuenta Aragon que sólo ha vuelto a verle en dos ocasiones: «Una vez fue en un gran concierto que se celebraba en el teatro Champs Elysées; ya no recuerdo de qué se trataba, pero sí de que actuaban los mejores intérpretes, que era un acontecimiento muy importante. Yo estaba en la parte central, es decir, en la más relevante, acompañado de personalidades de la música y de la pintura, y de otras personas muy conocidas. Dalí estaba furioso, estaba indignado. Porque él se hallaba totalmente solo, en un palco, con una mujer que no era la suya (no sé quién era) y rabiaba; entonces encendió una velita e hizo que la cera le cayera por encima de la cara como si fueran lágrimas, y me miraba con un odio ... ».

En él otro encuentro, también con ocasión de un concierto, Dalí, según Aragon señala, quiso hablarle: «Yo le dejé que acabara y después le volví la espalda».

Aragon, en fin, se muestra furioso ante unas declaraciones de Dalí sobre su amigo García Lorca: «Ya saben ustedes que vivió dos años con él en una habitación en la que sólo había una cama. ( ... ) Y que después de esto ese tipo se atreva a acusar a García Lorca diciendo que intentó acostarse con él, cuando han estado acostándose durante dos años... ¡Todo el mundo lo sabe! ».

Así las cosas, Dalí ha encontrado un rival en el terreno del escándalo.

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