Permítaseme
manifestar mi oposición rotunda a la pornografía y el divorcio, si bien por razones distintas de las alegadas por los obispos.Pasa a página 10
Permítaseme
Viene de página 9Creo que no es cierto que la pornografía esté corrompiendo a la juventud e impulsándola al pecado. Es un hecho que la gente joven y también la gente madura que todavía está en edad de ligar no sienten el menor interés por la pornografía. A quienes ésta corrompe e impulsa a la Iujuria es a las personas de la tercera edad, que son precisamente las que, por hallarse más cerca del paso a la otra vida, más debieran preocuparse de salvar su alma y librarse del fuego eterno.
Respecto al divorcio, considero preferible el actual procedimiento de decir «voy por tabaco» y dar un portazo, ya que así el varón conserva todos sus derechos sobre la mujer y los bienes gananciales. La ley proyectada por UCD favorecería, en casi todos los casos, a la mujer. Y como yo tengo dos hijos y ninguna hija, por amor de padre -no por egoísmo- soy enemigo acérrimo del divorcio.
Gracias, señores obispos, por defendernos una vez más a los hombres: la mujer debe purgar eternamente el justo castigo de habernos inducido, con la manzana aquella, a cometer el primer pecado. Sin esa mala acción, todos viviríamos en el paraíso./
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