La CEE considera que España aún no ha realizado "ninguna oferta seria" en materia de pesca

La Comunidad Económica Europea estima que España no ha realizado aún «ninguna oferta seria» en las negociaciones para fijar el régimen de pesca para 1981. Aunque formalmente el Consejo de Ministros que se celebra desde hace dos días en Bruselas no ha dado nuevas instrucciones a los negociadores comunitarios, fuentes oficiosas consultadas por EL PAIS indicaban que, en el mejor de los casos, la CEE estarla dispuesta a contemplar una «alternativa » en torno a las 130 licencias para la pesca de altura, con una reducción similar (un 30% sobre las 168 que rigieron en 1980) para el tonelaje global.

El Consejo de Ministros comunitario no logró ayer ponerse de acuerdo sobre su propio programa de pesca. Las intensas negociaciones, que se prolongan desde el pasado lunes, en la capital belga continuarán hoy. Los ministros dedicaron parte de la mañana de ayer al estudio de los problemas que plantean países terceros, entre ellos España. Según un portavoz oficial de la CEE, el comisario griego, Georgios Contogiorgio, encargado de los temas de la pesca, explicó el desarrollo y fracaso de las conversaciones con España. La misma fuente señaló que la opinión de la comisión es que los negociadores españoles no han realizado «ninguna oferta seria», ya que la de 160 licencias defendida en la última reunión es puramente «simbólica» y no supone, por parte del Gobierno de Madrid el reconocimiento del principio de regresividad que la Comunidad quiere imponer tanto a los países miembros como, aun en mayor medida, a los terceros.

La intervención de Contogiorgio, quien explicó también detalladamente los argumentos es pañoles, así como la amenaza de reducir las importaciones de pescado comunitario, fue seguida por otra del ministro de la República Federal de Alemania. Erlt asumió la defensa de los intereses españoles resaltando el problema político que la actitud de la Comunidad plantea en el País Vasco. Sus palabras fueron acogidas con frialdad por el resto de los ministros.

Formalmente, y a la espera de como puedan terminar las negociaciones internas entre los diez, la Comunidad podría pedir indirectamente a España que plantee una nueva posición y que acepte el principio de la regresividad, tal y como exigen Francia, Reino Unido e Irlanda. Sobre esa base se podría aumentar la oferta de la CEE hasta una cifra entre las 125 y las 135 licencias. Sin embargo, nada podrá darse como seguro hasta que el Consejo de Ministros finalice sus debates internos.

Un fracaso absoluto de los diez en su empeño por crear la Europa azul tendría, sin duda, consecuencias nada buenas, evidentemente, para los intereses españoles. El portavoz comunitario recordó también que la comisión había preparado un documento sobre el capítulo de la pesca en relación con la futura adhesión de España, pero que se había decidido enfriarlo hasta ver si se encontraba o no una solución para el problema inmediato de 1981.

La cuestión de fondo que envenena las relaciones entre la CEE y España es la exigencia comunitaria de que el Gobierno de Madrid inicie inmediatamente la reestructuración de la flota pesquera española, a fin de evitar que ingresemos en el Mercado Común con la potencia actual. La exigencia comunitaria figuraba ya en el primer documento elaborado por la Comisión Europea cuando España demandó la adhesión. Los expertos del Mercado Común europeo se quejan de que Madrid no haya adoptado aún ningún plan en este sentido y de que ni tan siquiera haya ratificado el acuerdo-marco elaborado conjuntamente en 1978. Los negociadores españoles, por su parte, alegan que no es razonable aceptar un principio de regresividad que no se basa en ningún argumento científico, al menos en las proporciones que se les exigen. En cuanto a la reestructuración de la flota, Madrid no se niega a encararla, pero estima que es imposible hacerla sin que la propia CEE haya fijado una reglamentación interna que establezca un horizonte para los pescadores españoles.

Continúan las importaciones de pescado

Prosiguen, por otra parte, las importaciones de pescado procedente de la CEE, según noticias obtenidas en la frontera de Irún. Figuran, en primer lugar, las compras de angulas, cuyo volumen se estima en más de doce toneladas diarias; se realizan con destino a viveros guipuzcoanos y desde ellos se canalizan a los distintos puntos de consumo.

Mientras tanto, la flota pesquera de Fuenterrabía no salió ayer a la mar, debido al mal tiempo reinante. Al ser una flota de bajura, no se ve afectada por el reparto de licencias en las aguas comunitarias.