La provincia de Madrid se empobrece paulatinamente desde 1972

Madrid, capital y provincia, vive un proceso paulatino de empobrecimiento desde el año 1972, mucho más acentuado en la provincia y desde muchos más años atrás, lo que ha dado lugar a fuertes bolsas de pobreza de la que una muestra serían las condiciones de vida que hoy se dan en la llamada sierra pobre. Este proceso general se agudizará si Madrid no accede al rango de comunidad autónoma. Las anteriores afirmaciones son el resumen del primer libro por la Diputación Provincial sobre el tema de la autonomía madrileña que fue presentado ayer, cuyo autor es Joaquín García Javaloys, doctor en Ciencias Económicas y concejal de UCD en el Ayuntamiento.A su vez, Carlos María Bru, notario y experto constitucionalista, afiliado al PSOE, ha visto también editado otro libro que trata de los aspectos jurídicos-politicos de Madrid, cuya principal conclusión reside en la necesidad de que ninguna provincia del Estado español quede al margen del proceso autonómico general, y que Madrid debe ser el punto focal de una región centro, que existe ya, de hecho y que se irá consolidando por el alto grado de interdependencia que existe entre esta provincia y las limítrofes.

Ambos autores resaltan, por tanto, la convenencia de que Madrid se constituya en comunidad autónoma lo antes posible, y apuntan como la vía más adecuada la del artículo 143 de la Constitución. Abundando en los aspectos económicos, García Javaloys insitió en que no existe autonomía política sin la correspondiente financiera, y que los beneficios para los madrileños sólo se les dan a medio y largo plazo, ya que, en un primer momento, la autonomía será costosa. Madrid ha tenido un enorme desarrollo sólo en cuanto a la capital y zonas muy concretas, mientras que en el resto de la provincia se detectan zonas fuertemente deprimidas. El reequilibrio de la riqueza será uno de los principales objetivos del Gobierno autonómico. Si Madrid no accediese al rango de comunidad, expuso, estaría en desventaja para atraer la inversión empresarial.

Una importante cuestión que tendrá que abordar el Gobierno central en su día será los gastos y la ausencia de ingresos que a la ciudad le ocasionan los cientos de edificios oficiales, que, por su condición, no pagan ningún tipo de impuestos.