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Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
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El tapado

Se llame como se llame, se llamará Calvo Sotelo. Haya salido ya, cuando se publique esta columna, o no salga nunca jamás, se llamará Calvo Sotelo, sea quien sea, porque Leopoldo Calvo Sotelo es el nombre de lo neutro, el tercio excluso, la cosa.No se busca un hombre ni un nombre, sino precisamente la ausencia de nombre y de hombre, el vacío sagrado que pueda volver a ocupar el presidente natural de esta epopeya del espacio que es nuestra democracia: Adolfo Suárez. Se llame como se llame (a lo mejor ya se llama algo), se llamará Calvo Sotelo, porque un hombre así es, no el lugar de encuentros, sino el lugar de ausencias que todos coinciden en abandonar. Un hombre que no suene a nada, que no suene a nadie, un ámbito humano políticamente vacío que pueda ser traspasado limpiamente por el rayo de sol del oro de los Bancos, por la angeología tipográfica de los editoriales en latín y por la espada en llanto de quienes lloran aún el francofranquismo Algo que Quevedo, nuestro padre paterno, más audaz estilísticamente, hubiera llamado «el llanto militar». Será, sencillamente, el hueco de la. ausencia del presidente, más que un presidente. La capilla humana en que Suárez, reconvertido por la familia numerosa, el municipio de Avila y el sindicato USO, volverá a ocupar tan naturalmente como la Virgen de Lourdes su gruta. Lo dijo Simenon, el Dostoiewski de lo policiaco, a quien ahora ignoran elegantemente los teóricos de la novela negra:

-Toda familia esconde un cadáver en el armario.

La UCD ha abierto sus armarios se los ha encontrado llenos de cadáveres. Familias enteras de cadáveres políticos, familias políticas. Suárez se limita a dar un paseo por las afueras, evitando las tinieblas exteriores y el zéfiro de febrero, mientras el personal limpia armarios, hace las camas y repone muertos más frescos en las alacenas: Fontán en vez de Alvarez/Alvarez y Camuñas en vez de Herrero de Miñón. Por lo menos a Camuñas le tira la cosa moderna de ahora, y no es que se haya dado a la morfa, pero saca algunas noches a Paula Pattier, la que se inventó un embarazo con un almohadón y luego vendió a Interviu, por 500.000 de vellón, el embarazo real y desencuerado de su íntima Carmen Cervera. Quería decir -y a ver si por fin lo digo- que la UCD ha descubierto una verdad sencilla, profunda y propia: ya que sólo nos une el odio y somos una familia a puerta cerrada, cultivemos lo que nos separa, dejando en medio un espacio sagrado para el líder que no hay, para el Adolfo Suárez de después del Congreso, que a lo mejor incluso se llama Adolfo Suárez. Voy a ver a Paco España de travesti, que se lo hace en plan Evita Perón -«la Perona», dice él-, en plan Sofía Loren, Zsa Zsa Gabor, Karina, Agata Lys, Bo Derek y más material de cama. Me cuenta Paco España:

-Ezto, era una mariquita muerta que zenteró que no tenemo presidente porque tenemo la crisi, o zea cai que votá otra vé. «¿Adénde vas con la lápida la seportura?». «Por zi piden el carné idéntica».

Evita Perón, muerta en su cómoda de Puerta de Hierro, como Suárez se ha autoembaisamado en un armario de la Moncloa. (Hay mucha polución de momias por aquella parte.) Zsa Zsa Gabor, por .sus muchos casamientos, descasamientos y trapicheos, es una ucedé con tetas. Mi querido Pedro Rocamora se inviste de Quevedo para hablar de Quevedo, como Paco España de Evita. Josep Pla, maestro, se inventa unas postrimerías cristianas por no ver el cristianismo fenicio de Pujol. Tamames lee Automoribundia mientras pasa el tifón y destapan al tapado. José-Díaz-Toledo, párroco, no tiene otro tapado que Larra y me invita a honrarle. El resto de la Eclessia madrileña, que son todos, tiene su tapado y va a imponerlo.

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