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La sustitución de Adolfo Suárez

Acercamiento de Calvo Sotelo a los "críticos" a costa del desplazamiento de los socialdemócratas

La candidatura de Leopoldo Calvo Sotelo a la Presidencia del Gobierno aparece más consolidada después del acercamiento que se observa entre el aspirante centrista y el sector crítico de su partido, que hasta el mismo día de ayer había anunciado que no le votaría en la investidura sin un pacto previo. La conclusión de este acuerdo puede llevar al desplazamiento del Gobierno de los socialdemócratas Francisco Fernández Ordóñez y Luis González Seara, autores de los dos proyectos de ley más combatidos por los democristianos. Este acercamiento del sector crítico a Calvo Sotelo modifica sensiblemente todos los planteamientos previos al congreso de UCD.

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El candidato centrista a la Presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, ha celebrado este fin de semana numerosos contactos con dirigentes del partido, de uno y otro sector. El domingo, Calvo Sotelo se entrevistó, entre otros, con Landelino Lavilla, José Luis Alvarez y Oscar Alzaga. Por la tarde conversó con los ministros de Administración Territorial, Rodolfo Martín Y illa, y con el de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, prosiguiendo por separado la larga negociación iniciada el sábado.Después de estas conversaciones, tedas las fuentes coinciden en apuntar que se ha producido un acercamiento entre el candidato centrista y el llamado sector crítico del partido, que en días pasados había opuesto seria resistencia a la nominación de Calvo Sotelo si no se avenía a una negociación sobre el programa y la composición del futuro Gabinete.

En los medios críticos consultados ayer se apreciaba un evidente enfriamiento de la tensión registrada en días precedentes, e incluso se detectaban síntomas de fisura entre algunos liberales y el resto del sector crítico, compuesto, fundamentalmente, por democristianos.

El distanciamiento de los liberales aludidos, entre los cuales puede citarse como principal cabeza a Eduardo Merigó, viene provocado, al parecer, por el disgusto de los laicos integrados en el sector crítico ante la presión de los católicos para desplazar del área de poder a los socialdemócratas, especialmente a Francisco Fernández Ordóñez, garante de la ley de Divorcio, y Luis González Seara, autor de la de Autonomía Universitaria.

Ante la necesidad de captar el voto de los parlamentarios democristianos, sin. los cuales la investidura de Calvo Sotelo se hacía totalmente inviable, el candidato parece dispuesto a dar satisfacción a este sector, lo que pasa inevitablemente por desplazar a los socialdemócratas del control de las leyes de Divorcio y de Autonomía Universitaria. Fuentes próximas a la Conferencia Episcopal indicaron ayer que la regulación actualmente proyectada del divorcio es para la jerarquía un casus belli.

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Frente a ello, fuentes del Ministerio de Justicia manifestaron que para Fernández Ordóñez el mantenimiento de esta ley es «cuestión de Gabinete». Tanto él como González Seara afirman estar firmemente decididos a dejar el Gobierno si las dos leyes citadas no salen adelante bajo su gestión. Las mismas fuentes indicaron que el ministro de Justicia no aceptará un aplazamiento del divorcio que suponga que la ley no haya sido promulgada cuando en octubre próximo se produzca la visita del papa Juan Pablo II a España.

Esta posición de los dirigentes socialdemócratas deja mayor margen de maniobra al candidato Calvo Sotelo que las exigencias democristianas, ya que, mientras éstos amenazaban con no votarle en la investidura, Fernández Ordóñez manifestó ayer a EL PAIS que su posición es de «lealtad absoluta al partido» y que no tendrá «ninguna vacilación» a la hora de votar al candidato propuesto por el Comité Ejecutivo, sea cual sea el desenlace de la crisis de Gobierno.

No obstante, el diputado de este grupo Javier Moscoso advirtió el domingo que «muchos social-demócratas -algunas fuentes les atribuyen unos veinticinco escaños- no tendríamos inconveniente en votar a Felipe González, si el Rey le otorga su confianza» y «si algún otro sector de UCD decidiera en Mallorca romper el partido». Miembros del sector crítico han quitado importancia a esta advertencia de Moscoso, director general de las Relaciones con la Justicia.

Ante la inevitable derechización del Gobierno Calvo Sotelo, los socialdemócratas parecen inclinarse por quedar fuera del mismo, a responsabilizarse directamente del descafeinamiento de unas leyes que simbolizan su línea política, lo que implica su pase a la oposición dentro de UCD, convirtiéndose en la alternativa reformista que podría ser la baza electoral centrista a medio plazo y que intentaría acaudillar de nuevo el también desplazado Adolfo Suárez.

Coincidiendo con este principio de acuerdo que parece haberse alcanzado entre las familias centristas, se han iniciado ya los contactos con otros grupos parlamentarios en busca de los votos necesarios -176- que constituyen la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados. Las conversaciones se han iniciado, al menos, con Alianza Popular (AP), el Partido Nacionalista Vasco y con la Minoría Catalana.

Fuentes próximas a AP indicaron que para dar su apoyo al candidato centrista este partido exigirá, como primera contrapartida, la entrada en el Gobierno con al menos dos carteras. El dirigente crítico Miguel Herrero cenó el domingo con Manuel Fraga.

Negociaciones ante el congreso de Palma

Las gestiones que se realizan para la resolución de la crisis de Gobierno han trastrocado plenamente los alineamientos que se daban hace días de cara al II Congreso de UCD, que comenzará el viernes, día 6, en Palma de Mallorca.Como primera consecuencia de la crisis, la ponencia de estrategia política, que había perdido interés frente al gran debate de los estatutos, cobra un especial relieve. En esta ponencia los críticos esperan ver satisfechas sus exigencias de que el candidato centrista a la Presidencia del Gobierno se comprometa previamente con un programa. Los críticos entienden que dado que ese debate fue negado en la tensa reunión del Comité Ejecutivo en la que se designó a Calvo Sotelo, el momento de hacerlo es en el congreso, a través de la ponencia de estrategia. Al parecer, los críticos han recibido promesas aceptables en este sentido.

El acercamiento de los críticos a Calvo Sotelo tiene consecuencias imprevisibles sobre las alianzas para la elección de los órganos ejecutivos del partido. Cada familia se encuentra en estos momentos perfilando una estrategia, para lo que a la vez ayer se celebraban numerosos contactos entre representantes de los diversos sectores. Los liberales estaban reunidos anoche para analizar los diversos contactos habidos durante el día y para redefinir su posición dentro o fuera del sector crítico.

La lista de Suárez

A su vez, Rodolfo Martín Villa mantuvo una larga entrevista con José Luis Alvarez, entre otros. Asimismo Fernando Abril y Rafael Arias-Salgado están desplegando una gran actividad para articular una candidatura en torno a Adolfo Suárez. Este, según fuentes solventes, no encabezará lista alguna, aunque podría figurar en una cuyo candidato a la presidencia fuera Agustín Rodríguez Sahagún, aunque también se barajan los nombres de Pío Cabanillas y Antonio Jiménez Blanco. La lista suarista llevará probablemente como candidato a secretario general a Rafael Calvo o a Jaime Lamo.No se descarta además que Adolfo Suárez sea promovido a un cargo no ejecutivo como el de presidente de honor. Al parecer, el movimiento de telegramas y adhesiones de las provincias podría responder a un planteamiento de este tipo. Desde el punto de vista formal no hay ninguna dificultad insuperable para promover a Adolfo Suárez a este cargo, ya que el tema, para ser planteado en el Pleno del Congreso, no precisa más ,que la firma de un 20% de los miembros de la comisión de estatutos.

Por su parte, el grupo católico insinuó la candidatura de Marcelino Oreja a la presidencia de UCD, pero éste declinó ayer el ofrecimiento. El nombre de Juan Antonio Ortega también es barajado por este sector para secretario general, mientras que martinvillistas y socialdemócratas prefieren para este puesto a Jesús Sancho Rof.

La ruptura de los dos bloques hasta ahora existentes -oficialistas y críticos- abre paso a la posibilidad de que se acepte el sistema proporcional para la elección del Comité Ejecutivo de integración.

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