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El Tribunal de Cuentas califica de quiebra la situación del organismo autónomo Parque de Máquinaria del MOPU

De auténtico escándalo puede calificarse la situación de un organismo autónomo de la Administración, denominado Parque de Maquinaria del Ministerio de Obras Públicas a la vista del último informe elaborado sobre el mismo por el Tribunal de Cuentas. En el mismo se dice que el Parque de Maquinaria se encuentra en una situación práctica de quiebra total, que no cumple los fines para los que fue creado (se dedica a alquilar automóviles a altos cargos de Obras Públicas) y que adeuda a la Seguridad Social unos Cuatrocientos millones de pesetas por impago de las cuotas empresariales desde 1975. El alto tribunal llega a insinuar la conveniencia de que se reconsidere la necesidad o no de la existericia de este organismo autónomo.

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El informe del Tribunal de Cuentas responde a un requerimiento expreso del Congreso de los Diputados para que este alto tribunal emitiese informes sobre fiscalización de cuentas y de gestión económica, relativos a los ejercicios de 1978 y 1979, sobre los organismos Instituto de Crédito Oficial, FORPPA, IRYDA, Parque de Maquinaria de Obras Públicas, Comisaría de Abastecimientos y Transportes, Obra de Protección de Menores e Instituto Nacional de la Vivienda. La propuesta de tales informes fue ralizada por el Grupo Parlamentario Socialista en marzo del pasado año, y este es el primer informe remitido por el Tribunal de Cuentas al Congreso.El informe se refiere a las cuentas de 1978, «puesto que las de 1979 aún no se han rendido por el organismo afectado», por lo que el Tribunal de Cuentas ha vuelto a requerirlas, «toda vez que ha transcurrido"ya el plazo de rendición señalado por orden ministerial».

Automóviles para los altos cargos

El actual organismo autónomo Parque de Maquinaria del Ministerio de Obras Públicas procede de un organismo creado por decreto en 1936 bajo el nombre de Servicio de Automovilismo y Maquinaria y cuya finalidad entonces era proporcionar el servicio de automóviles al propio Ministerio de Obras Públicas. En 1950 cambia de nombre, se le denomina Parque Central de Automovilismo y Maquinaria, y ,se le asigna como objetivo (orden de abril de 1958) facilitar a los contratistas de obras públicas la maquinaria del parque en régimen de alquiler.En 1967, al suprimirse los parques de automóviles de los distintos ministerios, sustituyéndose por un único Patque Móvil de los Mini9terios Civiles, el organismo adquiere su denominaciód actual (decreto de 1 de febrero de 1968), con la función fundamental de prestar servicio de alquiler de maquinaria a la empresa privada concesionaria de obras públicas o a los organismos de la Administración.

En este punto, el informe del Tribunal de Cuentas dice textualmente: «Recabada información acerca de la función que el Parque de Maquinaria desempeña en la actualidad, resulta que sus actividades principales, al margen de las disposiciones legales reseñadas, se concretan en prestación de servicio de automóviles a los altos cargos del Ministerio de Obras Públicas y, sobre todo, en la realización de obras para otros organismos del propio Ministerio, especialmente para los dependientes de la Dirección General de Obras Hidráulicas. Es de advertir, por otra parte, que las citadas obras se realizan a precios políticos y por el sistema excepcional de contratación directa, lo que no parece muy acorde con la normativa general de la ley de Contratos del Estado.

En el análisis presupuestario de 1978, que se presenta nivelado con un total de dotaciones (347.735.000 pesetas) igual a recursos, el Tribunal de Cuentas detecta en primer lugar, en el examen de las dotaciones, una bajísima asignación a capital.

«Del simple análisis de las dotaciones correspondientes, a los gastos presupuestados para operaciones corrientes y para operaciones de capital», dice el Tribunal de Cuentas, «resulta un índice cony parativo de 0,0471 lo que significa que las dotaciones para operaciones de capital alcanzaron solamente el 4,7% de las dotaciones (incluidos aumentos, para operaciones corrientes. E3tos mismos conceptos en los. Presupuestos Generales del Estado para, 1978 dan un índice de 0,29, equivalente a un 29%».

«Pero el índice reseñado es aún más bajo», añade el Tribunal de Cuentas, «si congideramos las cifras que se refieren a obligaciones reconocidas, donde frente a 397.570.853 pesetas For operaciones corrientes, figuran solamente 2.398.769 pesetas por operaciones de capital. El índice ahora es 0,006, equivalente a un 0,6%».

En el análisis de los recursos, advierte el Tribunal de Cuentas que «los ingresos más importantes del parque de maquinaria del MOPU están constituidos por el concepto denominado ventas de servicios, con un presupuesto inicial de 240 millones de pesetas y unos derechos reconocidos por importe de 248,47 millones de pesetas, cuyas cifras vienen a representar el 75 % del total de los recursos reales del organismo». Las subvenciones del Estado (72 millones de pesetas) completan el 25% de recursos restantes.

Según el Tribunal de Cuentas, el parque de maquinaria no ha pagado a la Seguridad Social la cuota patronal desde 1975, «por carecer de la tesorería necesaria para ello», y tampoco se ha pagado en 1979 y 1980, por lo que la &cuda «se aproxima a los cuatrocientos millones de pesetas». El informe indica que para solucionar este problema, «el organismo está intentando, al parecer, un crédito extraordinario del Estado».

En el análisis por capítulos -dice el informe-, «es obvio que entre sueldos y salarios y compras se consumen la casi totalidad de los recursos del organismo».

En el análisis de la realización de recursos se pone de nignifiesto que «la casi totalidad del presupuesto de ingresos se nutre con operaciones corrientes, y más concretamente, con venta de servicios y con subvenciones del Estado». En cuanto a venta de servicios, el detalle es el siguiente: 356,10 millones en derechos reconocidos; 246,41 millones que figuran como ingresados en el ejercicio, y 91,69 millones pendientes de cobro.

El mayor porcentaje en este capítulo de venta de servicios, «cuyo contraído total viene a representar el 81% de los recursos totales reconocidos en el ejercicio, está integrado por unos conceptos, como son los de servicio de automóviles y ejecución de obras, que, en conjunto, vienen a significar un 83,5% de los derechos contraídos por el propio capítulo, y que comportan una serie de actividades ajenas a las que legalmente le son propias al parque de maquinaria del MOPU».

Situación de quiebra absoluta

El informe del Tribunal de Cuentas, tras mencionar que la subvención estatal a este organismo ascendió en 1978 a 74 millones de pesetas (el 21,2% de los ingresos del parque de maquinaria), afirma que, «pese, a la carga que para el Tesoro público representa esta subvención, resulta que la tesorería del organismo es fuertemente deficitaria, encontrándose por ello en una situación que podemos calificar de suspensión de pagos, que, si jurídicamente no se ha patentizado todavía, se debe a que el principal acreedor es la Seguridad Social».En el análisis patrimonial, el informe descubre que el 97% del inmovilizado corresponde a maquinaria obsoleta, que las existencias (cuya verificación no pudo realizar el tribunal) se componen en su totalidad de «material para consumo y reposición», que hay cantidades enmascaradas en capítulos que no corresponden y que en el descubierto no se han contabilizado al menos 55,68 millones de pesetas.

Tras elaborar el balance real del parque de maquinaria, el Tribunal de Cuentas manifiesta que a la vista del mismo, «y con una óptica de empresa privada, diríamos, como conclusión evidente, que la situación es de quiebra absoluta, toda vez que la entidad dispone de un activo real total de 198,2 millones de pesetas, para hacer frente a un pasivo exigible total de 303,6 millones de pesetas; es decir, que el fondo patrimonial, cuenta cuyo significado es similar al de capital en la empresa privada, no existe, o es más bien negativo, por quedar absorbido por las pérdidas totales acumuladas».

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