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Todo preparado para acoger a los 52 norteamericanos en su regreso desde Irán

,Washington si no se producen incidentes de última hora, los 52 rehenes norteamericanos recobrarán hoy su libertad, al término del acuerdo al que llegaron, laboriosamente, iraníes y norteamericanos, que cifra la importancia de la «garantía financiera» en más de 2.600 millones de dólares. El grupo de seis médicos argelinos que llegó el sábado a Teherán para establecer un chequeo de los cautivos les atenderá durante el vuelo de Teherán a Argel, esta última capital, una simple escala hacia Alemania Occidental o a Estados Unidos. Esta es la opinión de fuentes argelinas solventes consultadas anoche por EL PAIS. Salvo incidencias, hoy, domingo, los rehenes pueden ser liberados y conducidos presumiblemente a Argel.

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Según parece, han sido los dirigentes iraníes los que han preconizado que la liberación coincida con la festividad del Mawlid en Nabaui aniversario del nacimiento del profeta Mahoma, una de las fechas más importantes del calendario islámico. Teherán ha considerado que sería más significativa una liberación de los rehenes este día, en lugar de la Navidad cristiana.El mecanismo de la liberación ha sido puesto a punto desde hace algunos días, aseguran las fuentes citadas, aunque no se descarta que pueda sufrir modificaciones. Según esta versión, los 52 rehenes serán visitados una última vez por los emisarios argelinos, los embajadores Abdelkrim Gheraleb y Reda Malek, antes de abordar el avión que les conducirá a Argel. Los cincuenta hombres y dos mujeres que integraban el personal de la Embajada norteamericana en Teherán recobrarán su libertad efectiva al salir del espacio aéreo iraní.

El presidente Jimmy Carter, que pasa su último fin de semana en el poder descansando en Camp David, a media hora de helicóptero de la Casa Blanca, espera poder anunciar a la nación la liberación de los rehenes desde el despacho oval, antes del próximo martes, día 20, en que dejará el sillón al nuevo presidente electo, el republicano Ronald Reagan.

Medios del Departamento de Estado confiaban en que Teherán enviará una respuesta «afirmativa» a última hora de la noche del sábado (madrugada del domingo, hora de Madrid), primeras horas de la mañana del domingo en Teherán.

Después de la decisión presidencial de transferir a Londres 2.600 millones de dólares en oro y valores, que estaban depositados en el Banco Federal de la Reserva, continuaron en el Departamento de Estado de Washington las conversaciones «para resolver problemas técnicos» entre Edmund Muskie y William Miller, secretarios de Estado y del Tesoro, respectivamente, y una decena de banqueros.

La clave son los dólares

Los 3.000 millones de dólares iraníes depositados en bancos norteamericanos en Estados Unidos, más otros 4.000 depositados en bancos norteamericanos en Europa, son la clave para la que Irán quiere garantías de recuperación antes de liberar a los rehenes.

En realidad, todo el entramado financiero puede resolverse en cuestión de minutos, gracias a los mecanismos electrónicos bancarios actuales, que permiten transferir todas las cantidades al Banco Central de Argel, como pide Teherán.

Por otra parte, un equipo de treinta médicos, incluidos varios psicólogos, está preparado en Washington para salir hacia Argel o Wiesbaden, en la RFA, para atender médica y mentalmente a los rehenes, que pasarían una semana siguiendo un programa de «descomprensión» para acostumbrarse de nuevo a la libertad, antes de regresar definitivamente a Estados Unidos. El ex secretario de Estado Cyrus Vance, que dimitió de su cargo en abril de 1980, en señal de protesta por la fallida operación de rescate militar que ordenó el presidente Carter para rescatar a los rehenes, viajará al frente de la delegación médica estadounidense. Hay rumores de que el propio presidente Carter, libre ya de sus funciones presidenciales a partir del próximo martes, también podría acudir a Argel o Wiesbaden para recibir a los rehenes.

Estados Unidos ha desplegado un gran esfuerzo técnico para facilitar el transporte de los rehenes. La base norteamericana de Lajes, en las Azores, ha sido puesta en estado de alerta, mientras en el aeropuerto de Francfort se encuentran tres aviones militares sanitarios.

En el terreno diplomático, en las que se consideran como últimas y decisivas horas de la negociación, se produjo ayer una firme protesta de Estados Unidos a la URSS por las informaciones del diario soviético Pravda según las cuales Washington espera la liberación de los detenidos para comenzar operaciones militares contra Irán. El secretario de Estado, Edmund Muskie, convocó en su despacho al embajador de la URSS en Washington, Anatoly Dobrinin, protestando por las maniobras «difamatorias» de la Prensa soviética, inaceptables en un momento tan delicado para la seguridad de los 52 rehenes, que ayer cumplieron su 441 día de prisión.

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