_
_
_
_

Ha muerto el escritor británico A. J. Cronin

El autor de "Las llaves del reino" vivía retirado en Suiza

El conocido escritor británico Archibald Joseph Cronin, que fue un novelista muy leído en los años cuarenta y cincuenta, falleció el pasado martes, a los 85 años de edad, en su propiedad de Baugy-sur-Clarens, en la comarca suiza de Montreux. La noticia, sin embargo, fue conocida hasta anteayer, cuando tuvieron lugar sus funerales, en Tour-de-Beilz.

Más información
Oficio de narrador

A. J. Cronin había nacido el 19 de julio de 1-896 en la localidad escocesa de Helensburg (condado de Dumbarton), y aunque sintió la tentación de ser escritor desde su primera juventud -como reveló más tarde-, siguió los consejos de su familia y se matriculó, al terminar los estudios secundarios, en la Universidad de Glasgow, para seguir estudios de medicina. Como médico sirvió en la Marina durante la primera guerra mundial, y después ejerció esa misma profesión en pequeñas ciudades mineras del País de Gales durante cuatro años más. Fue nombrado inspector médico de minas y se le encargó el estudio de la importancia de las enfermedades pulmonares en Ias regiones mineras de Gran Bretaña en 1924.Tanto esta experiencia, como la que siguió cuando ejerció de médico en barrios más burgueses del oeste de Londres, le sirvió después de inspiración para su obra de narrador. Su estado de salud, sin embargo, le impidió proseguir su carrera de médico con la debida intensidad, por lo que, durante una temporada de descanso en Escocia, en el verano de 1930, inició su carrera de novelista escribiendo El castillo del odio (1931), que alcanzó un gran éxito. Posteriormente, y con cierta rapidez, fue publicando otras novelas, como Tres amores (1932), En las islas Canarias (1933) y Bajo la mirada de las estrellas (1935), hasta conseguir la notoriedad universal con La ciudadela (1937) y Las llaves del Reino (1941), en las que transpuso sus inquietudes religiosas y sus experiencias de médico en relatos de gran tensión argumental. Ambas novelas fueron traducidas en el mundo entero y llevadas al cine por King Vidor y Carol Reed.

De Hollywood a Montreux

El novelista abandonó Gran Bretaña para establecerse en Hollwood, primero; después, en la Costa Azul francesa, y, finalmente, en Suiza; a partir de 1956, en Lucerna inicialmente, y en la región de Montreux, desde hacía ahora diez años. Insistió en sus éxitos de venta con El destino de Robert Shannon (1948), El jardinero español (1950), Los verdes años (1950), La tumba del cruzado (1956) y El árbol de Judas (1961), así como una obra de teatro, Los hombres proponen (1940). Sin embargo, la hora de su éxito había pasado, y el escritor guardó silencio durante muchos años, en su retiro suizo, rodeado de su familia y sus perros, en medio de sus colecciones de objetos de arte. Su colección fue saqueada en 1975, en un robo que le causó pérdidas por 32 millones de pesetas. Actualmente vivía separado de su mujer. Era padre de tres hijos, uno de los cuales, Vincent, también es escritor y autor de obras de divulgación histórica.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_