Objetivo de los almacenistas: convencer a la clientela de que los productos no son defectuosos
Los grandes almacenes madrileños abrieron ayer su anual campaña de rebajas de enero, apoyada, como siempre, en llamativos eslóganes y en ciertas garantías de la calidad de los productos en venta, que la clientela había comenzado a poner en duda. Por una especie de reflejo condicionado, los consumidores han vuelto a acudir en masa a estudiar las mejores ofertas y a hacer compras completamente imprevistas e indeliberadas.En declaraciones a EL PAÍS, el portavoz de una de las cadenas de grandes almacenes aseguró que «vamos a mantener la calidad. Prescindimos de las partidas defectuosas o deterioradas. En cuanto a los tipos de artículos en los que este año se han localizado las ofertas, hay de gran diversidad. Las rebajas son aplicadas, precisamente, según esos tipos: en joyería hacemos, por ejemplo, ofertas sobre rebajas mínimas de un 10%, y en discos sobre un 15%. Estos son, quizá, los sectores menos rebajados. Tenemos, sin embargo, otros en los que las rebajas alcanzan entre un 18 %y un 30%».
El representante de la otra cadena madrileña de grandes almacenes insistió en la misma idea: «Las rebajas son de verdad», aseguró, para añadir después: «Ese es, además, nuestro eslogan fundamental». En este caso, las oscilaciones en los descuentos ofrecidos al público van desde un 15% de la mercancía de continuidad esto es, la que no depende de los dictados de la moda para ser vendida en mayor o menor medida, hasta el 65 % de la mercancía de moda que ha dejado ya de estarlo.
Tras asegurar que todos los artículos están afectados por las rebajas, el representante de esta .cadena anuncia la intención de su empresa de prorrogar las rebajas una o dos semanas en febrero, en el caso de que el excedente que ahora se acumula en sus almacenes no haya sido liquidado durante el mes de enero y la primera semana del mes que viene.
Aparentemente, la obsesión de los almacenistas es eliminar toda sospecha de baja calidad en los artículos ofrecidos. El criterio popular según el cual las campañas de rebajas son para los grandes comerciantes un medio para despachar partidas sin perspectivas de venta o sometidas a un evidente desgaste han sido, en los planes de los expertos en marketing un objetivo prioritario.
Sobre la duración real de las campañas tampoco han sido divulgadas cifras unánimes. En opinión de las fuentes consultadas, la vida de las campañas de rebajas es una mera consecuencia de sus resultados. Inicialmente se ha estimado que podrían concluir el último día de enero, si bien serían prolongadas, en caso de que la, aceptación de los consumidores no decayese.
En todo caso, los grandes almacenistas han hecho ya sus cálculos para articular la campaña de rebajas de enero con otras campañas sucesivas, amparadas en nuevas consignas y ofertas.
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