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Oposición generalizada en Colmenar Viejo a la venta de la dehesa de Navalvillar al Ministerio de Defensa

Todos los grupos que componen la Corporación municipal de Colmenar Viejo han mostrado su postura en contra de la venta de la dehesa de Navalvillar al Ministerio de Defensa, que oficialmente ya se ha interesado por los terrenos que ahora utiliza como campo de tiro, entre otras cosas, para poder hacer uso de los mismos en exclusiva y probablemente instalar en un futuro próximo una división. Asimismo, numerosos ganaderos y propietarios de las fincas adyacentes, que entran también en los planes de compra de dicho Ministerio, se niegan igualmente a vender. Sin embargo, el Ayuntamiento no se ha pronunciado aún de fonna oficial y se espera que el tema forme parte del orden del día del próximo pleno municipal.

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A pesar de esta unanimidad oficiosa, existen diversas opiniones y formas de actuar respecto al futuro de la dehesa por parte de los distintos grupos municipales, hecho que está creando gran clima de tensión entre los habitantes del pueblo. En este contexto ha comenzado a circular por la localidad una carta, para que la firmen los vecinos, en la que se acusa al alcalde de presunta negociación para la venta de los terrenos, al tiempo que se le achaca el haber dado escasa información del tema a los afectados.Armando Jusdado, alcálde socialista, señaló a EL PAÍS que conoce la existencia del escrito, ya que le entregó una copia del mismo uno de los propietarios afectados en una reunión informativa habida hace unos días. Sin embargo, no ha entrado en el Ayuntamiento. «En algunos aspectos es totalmente injurioso para el partido socialista y para la asociación de vecinos, que están representados en la Corporación. Están convirtiendo el tema en una lu cha política. Es una ma niobra de la derecha en contra de la izquierda», señaló Armando Jusdado. Añade el alcalde que, en su opinión personal, «están jugando con fuego, y no me extrañaría que tuviese algo que ver esto con la intención del Gobierno de llegar a una próxima integración en la OTAN. AL Ayuntamiento de Colmenar, como afectado por la utilización militar de algunos de sus terrenos, no se le ha comunicado nada oficialmente sobre esto, pero creemos que los concejales de UCD saben cosas del tema que el Gobiemo municipal desconoce».

Información en pleno y asambleas

En cuanto al tema concreto del escrito que se está pasando a Ia firma por el pueblo, el alcalde es rotundo. Según declaró a este periódico, al haberse quemado los archivos durante la guerra, en 1942, se inscribió la dehesa a nombre del Ayuntamiento. «Soy abogado», señala Jusdado, «y sé perfectamente que la posible venta de estos terrenos no la puede hacer el alcalde por su cuenta. La dehesa de Navalvillar es un bien de propios y no un bien comunal, abierto. Por tanto, el futuro de la misma lo tiene que decidir el pleno municipal, y hasta ahora no se ha pronunciado, aunque ya se celebró una sesión en la que se trató la cuestión solamente a nivel informativo. Por tanto, es mentira que yo esté negociando la posible venta. Particular mente, soy contrario a ella».Por otra parte, el presidente de la Corporación señala que se ha dado, y le sigue dando, toda la información que existe al respecto sobre el tema. «Si cuando los militares nos hicieron la oferta verbal, como reflejasteis en EL PAÍS el pasado 31 de octubre, nos lo hubiésemos callado y hubiésemos comenzado a actuar por nuestra cuenta, entonces se nos podía acusar de silenciar el tema, pero desde, entonces hemos dado a conocer todo lo que ha ido ocurriendo, tanto en el pleno mencionado como en asambleas".

Pero la preocupación por la dehesa no es una cosa de ahora. Aparte de la polémica que vienen manteniendo los ganaderos y propietarios de los terrenos afectados por los ejercicios de tiro que se llevan a cabo en la zona, ya Coplaco señalaba, en un mapa elaborado so bre.la provincia, que la dehesa de Navalvillar es una zona de alto valor ecológico y el Plan Especial de Protección del Medio Físico de Madrid la considera ecosistema íntegro. Y estas muestras de pre,ocupación vienen no sólo por la bonanza de unas tierras con excelentes pastos y agua aun en épocas de sequía, sino porque aunque los ejercicios de tiro se realicen en sus terrenos, las tierras adyacentes se ven seriamente afectadas por sus efectos. Son numerosos los incendios habidos en la zona desde su utilización militar.

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En el archivo municipal de Colmenar existe una copia de la carta que el anterior alcaide, Francisco Sanz, envió al entonos arzobispo de Madrid, Casimiro Morcillo, para que intercediese ante Franco o el ministro del Ejército y cesasen los ejercicios durante la mayor parte del año, ya que los incendios pfoducidos por éstos y los vehículos pesados que utilizaban las tropas estaban arrasando completamente los terrenos.

Tras las solicitudes hechas a la Capitanía General para que no se realizasen ejercicios durante el verano, la pregunta hecha al Ministerio sobre sus propositos respecto a los terrenos, la realización de un estudio ecológico sobre la zona y la petición de compra hecha por el Ejército (véase EL PAÍS de 31 de octubre de 1980), el pleno del Ayuntamiento aprueba la creación de una comisión de estudio del tema, al tiempo que solicita opinión a la Cámara Agraria local e informa del hecho y del estudio ecológico a los vecinos. En la misma sesión, UCD dice que la dehesa no es negociable. Se piden, a su vez, más detalles sobre las intenciones del Ministerio de Defensa.

El 24 de noviembre, representantes militares insisten en la compra y el 15 de diciembre, ante, la exigencia municipal, hacen la petición por escrito. Quieren comprar los terrenos propios de la dehesa y los adyacentes a los precios actua les del mercado y con un plan de seis meses para efectuar el pago. La comisión para esto se reúne el 21 del mismo mes y el pasado sábado, 3 de enero, se celebra una nueva asamblea informativa, en la que se trata también sobre la servidumbre que el Ejército exige sobre los terrenos cercanos a la base de helicópteros, también en Colmenar.

Finalmente, el pasado lunes se reúne nuevamente la comisión con los propietarios afectados. La tónica general es que no se venda la Dehesa. Una asamblea de la agrupación local del PSOE se muestra en el mismo sentido y el próximo domingo aún habrá otra a la que asistirán asesores del partido para tratar el tema. Este será tratado ya formalmente en el próximo pleno municipal.

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