Antología de Manolo Millares, en Tenerife

Después de ocho años de su muerte en Madrid, ha vuelto a ser expuesta en Tenerife la obra de Manolo Millares, uno de los artistas canarios con mayor repercusión universal. Esta muestra, que permanece abierta en la sala Leyendecker, de Santa Cruz de Tenerife, es seguramente la más importante de este autor que se ha celebrado en Canarias los últimos quince años. Su obra ha ido adquiriendo en los últimos años mayor realce dentro y fuera de este país. De forma sintomática, la Fundación George Pompidou, de París, la ha rescatado de sus depósitos para exhibirla, precisamente este año, en las paredes de su museo.«Manolo Millares fue un permanente rebelde», según el crítico Eduardo Westerdahl. Desde muy pequeño mostró interés por la cultura aborigen de las islas. Sus visitas a yacimientos arqueológicos y al Museo Canario de Las Palmas, donde tomó apuntes de vasijas y momias guanches y llegó a realizar una Historia dibujada de Canarias, junto a la lectura de la principal obra de su bisabuelo Agustín Millares Torres, Historia general de las islas Canarias, influyeron decisivamente en su formación cultural y artística. Sus pictografías y arpilleras (cuadros compuestos con telas de sacos cosidas) registran sustancialmente esa mitología mágica y legendaria que inunda el conjunto de su obra.