Marshall McLuhan, fue uno de los grandes teóricos de la comunicación
Marshall McLuhan, canadiense, famoso teórico de la comunicación, falleció anteayer en su país mientras dormía, Autor de un célebre aforismo (el medio es el mensaje) , McLuhan fue uno de los profetas más polémicos de la comunicación humana. Su obra abrió un debate que aún persiste sobre la influencia de los modernos medios de comunicación en el hombre de la sociedad posindustrial. Declicótoda su vida a ser coherente con esta frase suya: «La mayoría de las personas viven en una época anterior, pero uno debe vivir en su propio tiempo». La suya fue una gran pasión por la escritura y por la comunicación oral. Había nacido en Edmonton (Canádá), hace 69 años. Dos mterpretaciones sobre la obra de McLuhan y un texto de este último completan esta doble página.El pensador y ensayista canadiense Marshall McLuhan falleció anteayer en Toronto (Canadá), a la edad de 69 años, «mientras dormía, sin dolor», según informó su nuera, Sabina McLuhan. Estefanía, uno de sus seis hijos, nacidos de su único matrimonio, manifestó que la causa de la muerte pudo haber sido un ataque cerebral. El escritor había sufrido un ataque cerebral hace más de un año, del que no pu do recuperarse totalmente. McLuhan tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en 1967, en una larga operación de veintidós horas, para extirparle un tumor cerebral benigno.Con la muerte de Marshall McLuhan desaparece uno de los científicos pioneros en el estudio de los medios de comunicación de masas. Inició su actividad docente a los 31 años en distintas universidades norteamericanas -Wisconsin y Windsor, entre otras-, hasta que en 1952 se instaló en Toronto, donde fundó y,dirigió su Centro de Cultura y Tecnología.
Universalmente conocido a partir de la publicación de su obra La galaxia Gutenberg (1962), McLuhan está considerado como el «teórico de los medios». Sus controvertidas ideas y teorías sobre la cultura, el libro y la comunicación audiovisual provocaron un debate, todavía abierto, sobre la influencia de los medios electrónicos de comunicación en el hombre de la sociedad posindustrial.
El célebre comunicólogo aventuraba la hipótesis desconcertante -tema fundamental en la veintena de obras de las que es autor- del retomo del hombre a la existencia audio-táctil y a una sociedad de tipo tribal a escala planetaria. Teorías que sintetizan algunas de sus más famosas expresiones, como «el medio es el mensaje», «la aldea global» o la «galaxia Gutenberg».
Su obra, aunque polémica, constituye una referencia obligatoria para, los futuros estudios y teorías sobre los medios de comunicación.
Marshall McLuhan vino a España en la primavera de 1975 para participar en las Primeras Jornadas de Radio, celebradas en Barcelona. Su intervención costó a los organizadores medio millón de pesetas de entonces.
Tributos
Los medios informativos norteamericanos destacaban ayer que con el año viejo se fue uno de los profetas de la comunicación humana. El New York Times indicó que el famoso aforismo de McLuhan el medio es el mensaje es frecuentemente mal interpretado porque es citado fuera de contexto. El teórico canadiense quería decir, señala el periódico norteamericano, que la forma en que adquirimos la información nos afecta más que la información en sí misma. Por ejemplo, decía McLuhan, el impacto de la televisión en los niños no se debe tanto a su contenido como a la forma en que lo transmite a los puntos de luz proyectada hacia el televidente, carencia de detalle, a su movimiento y sonido, que crean una atmósfera envolvente y una experiencia táctil además de visual.
A pesar de que consideraba que la electrónica tiende a descartar a los. medios de comunicación de la palabra escrita, MeLuhan escogió el libro, los periódicos y revistas para transmitir su mensaje, y consiguió así convertirse en un oráculo de la era de la comunicación, afirmando que la única forma de controlar a los medios de comunicación es mediante la comprensión pública de sus efectos.
Consideraba McLuhan que el cambio tecnológico no es inevitable si entendemos sus componentes y sabemos cómo contenerlo y hasta apagarlo para protegemos de él cuando sea necesario.
Decía McLuhan, y esto le fue discutido incluso por sus admiradores, que los anuncios son lo mejor que contienen los periódicos y revistas, «y lo único malo es que son siempre buenas noticias ».
Babelia
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