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El Tribunal Supremo polaco aplaza la legalización del sindicato independiente de campesinos

El Tribunal Supremo de Polonia decidió ayer posponer su decisión sobre la legalización del sindicato libre de agricultores Solidaridad Campesina, rama rural de la organización presidida por Lech Walesa.El magistrado explicó que antes de dictaminar sobre el caso de Solidaridad Campesina, que cuenta con 600.000 afiliados, según sus fundadores, se estudiarían detalles que se añadieron recientemente al informe oficial. En Polonia hay 3,2 millones de agricultores privados, que poseen el 75% de la tierra cultivable y obtienen el 80% de la producción agraria del país.

El plazo que se concedió al tribunal servirá además para que sea consultada la policía judicial polaca y se traduzcan al polaco las diversas convenciones internacionales de trabajo firmadas por el Gobierno de Varsovia.

Sin embargo, el presidente de Solidaridad Campesina, Zdzislaw Ostatek, declaró que la decisión judicial «es un éxito, casi una victoria». Ostatek afirmó que el aplazamiento de la decisión sobre la legalidad de su sindicato demuestra «que se invalida de hecho una decisión negativa anterior del tribunal regional de Varsovia y se reconoce la importancia de nuestro sindicato». Solicitó también a los afiliados «calma y paciencia». Los agricultores habían amenazado con una huelga de desabastecimiento si no era reconocido legalmente su sindicato.

Mientras los periodistas seguían las deliberaciones del tribunal, carca de mil agricultores se manifestaban junto al edificio del Tribunal Supremo solicitando la legalización de su sindicato, portando pancartas y brazaletes rojiblancos, colores de la bandera nacional y del sindicato Solidaridad.

Unos treinta milicianos (policías) canalizaron la manifestación de los agricultores, llegados de todo el país, sin que llegaran a intervenir.

Por su parte, el abogado de Solidaridad Campesina protestó por el veredicto del tribunal, fundándose en la convención internacional de las Naciones Unidas (ONU) sobre derechos de los ciudadanos y derechos políticos del 16 de diciembre de 1966.

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El abogado manifestó que los agricultores tenían derecho a formar su propio sindicato, lo que les negó el tribunal administrativo de Varsovia y que dictaminó que los agricultores no eran ni patrones ni obreros.

El ministro polaco de Agricultura, se afirma en Varsovia, mantiene desde hace tiempo conversaciones con representantes de Solidaridad Campesina sobre la cuestión de su legalización. El ministro afirmó en una ocasión que el sindicato sería legalizado, pero no dio fecha.

Nueva ley sindical

El Tribunal Supremo, se indicó ayer en los medios sindicales independientes polacos, no quiso zanjar la cuestión, a la espera de la promulgación de la nueva ley sindical, en cuya redacción participan representantes gubernamentales, miembros del sindicato Solidaridad, de Walesa, y representantes de los sindicatos oficiales.

«Encuentran cualquier pretexto para negar al campo lo que realmente desean los campesinos», dijo al tribunal el abogado de Solidaridad Campesina, recordando que antes de la segunda guerra mundial existía en Polonia un sindicato de agricultores.

Ante el tribunal intervinieron algunos delegados, que imputaron a las autoridades la situación «catastrófica» en la que se encuentra el campo polaco.

Por otra parre, el viceprimer ministro polaco, Mieczyslaw Jagielski, regresó ayer a Varsovia, procedente de Moscú, donde solicitó mayor ayuda soviética a Polonia en materias primas y se estudió la forma de cooperación con la URSS durante los próximos cinco años.

Asimismo, el número uno del Partido Comunista Polaco (POUP), Stanislaw Kania, depositó ayer una corona de flores ante el monumento a los obreros muertos en Gdarisk en 1970.

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