Esperanza y advertencia
A falta de algunos detalles técnicos por completar, se puede decir que las transferencias de la Policía Autónoma vasca son legalmente una realidad. Dentro de seis meses entrarán en servicio las primeras unidades de la policía del orden, las fuerzas de tráfico estarán listas para el 31 de diciembre de 1981 y, antes de un plazo de cinco años, cinco mil hombres completarán los cuadros policiales vascos. De esta forma, el Estatuto de Gernika empieza a llenarse de contenidos, no sólo en uno de los aspectos más polémicos y vidriosos, sino también el que más visibiliza el propio autogobierno. Una policía propia que empalma con la de 1936, con uniformes distintos y, sobre todo, con una filosofía de servicio al pueblo vasco, es el testimonio más visible de que aquí algo importante ha comenzado a cambiar.Es un secreto a voces que llegar a este acuerdo no sólo ha requerido tiempo, sino mucho realismo y comprensión por ambas partes. Temas como la presidencia de la Junta de Seguridad, la exclusividad del tráfico, el calendario para poner en marcha la policía, han requerido una decidida voluntad de diálogo por las dos partes. Hay que aclarar muy pronto que, a nuestro juicio, en estas negociaciones no han existido vencedores ni vencidos. Sencillamente, ha habido un desarrollo muy realista y positivo del texto estatutario. Nos gustaría que este mismo espíritu presidiera las negociaciones de las distintas transferencias que todavía quedan pendientes. ( ... )
La noticia tiene además otros niveles de reflexión. Al pueblo vasco habrá que pedirle que no se deje impresionar por determinados comentarios o declaraciones que tienden a disminuir públicamente las cotas del nivel de responsabilidad de la policía autónoma. Hay que dejar bien claro que no se va a crear una policía vasca, vaciada de funciones importantes, sólo para cumplir la letra del Estatuto. Sus tareas son claras y en determinados aspectos importantes serán de competencia exclusiva. Comprendemos que existan grupos y personas, a nivel estatal, que no lo quieran ver así y lo expresen en público. Pero nuestra obligación es advertir la inexactitud de esas posturas. La policía autónoma vasca no va a ser de papel. Será una realidad plena.
También habrá que pedir a los medios de comunicación próximos al Gobierno español. que no esperen milagros de la noche a la mañana en el tema de la violencia armada. En vísperas de los acontecimientos políticos, las metralletas, y las bombas de los grupos armados suelen actuar con más intensidad que de costumbre. Nos guataría equivocamos mucho en esta ocasión, porque no existe nada que deseemos tanto como el cese de la violencia. Pero si lamentablemente se cumpliera la vieja costumbre de incrementar la espiral de las muertes violentas, la advertencia está hecha. ( ... )
28 de diciembre
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