La RFA quiere limitar los incrementos salariales al 4% en 1981
El Gobierno de la República Federal de Alemania parte de la base de que en 1981 deben moderarse las exigencias salariales debido a la relativa recesión económica y al aumento de los precios del petróleo.Los llamamientos efectuados hasta ahora por parte gubernamental tropiezan, sin embargo, con la resistencia de los sindicatos, para quienes un aumento salarial en la cuantía que desea el Gobierno no supondrá «ningún aumento real».
El Gobierno de Bonn abriga la esperanza de que en 1981 se vea el país libre de la recesión, e incluso de que a finales de año se registre un ligero crecimiento económico.
Sin embargo, estas esperanzas se fundamentan en cálculos según los cuales el aumento salarial no debe exceder el 4% bruto.
Sobre esa base es un error hacer pronósticos económicos para el próximo año, en opinión de los sindicatos alemanes, quienes recuerdan que en 1980 los salarios aumentaron por término medio en un 7,5 %.
La postura oficial respecto a una moderación en las exigencias salariales es compartida, lógicamente, por los empresarios, quienes insinúan ya que las negociaciones con los sindicatos en 1981 no van a ser fáciles.
Un portavoz de los empresarios declaró que la patronal «se siente obligada por las circunstancias a adoptar una actitud dura» frente a exigencias de salario que no estén en consonancia con las posibilidades.
A la vista de declaraciones efectuadas últimamente por dirigentes sindicales, cabe suponer que tampoco los representantes de los obreros están dispuestos a grandes concesiones.
Esto permite pronosticar a los expertos que el aumento de un 4% bruto, en el que basa el Gobierno el análisis económico para el año 1981, será superado en los convenios colectivos.
Los sindicatos muestran comprensión con la actitud oficial respecto a los aumentos salariales; pero, de otro lado, opinan que «una reactivación coyuntural no debe fomentarse a costa del obrero solamente».
El aumento salarial del 4% no incrementaría en nada el poder adquisitivo, ya que la inflación para 1981 la calculan los expertos en cuantía idéntica.
No obstante, los sindicatos, aunque no estén dispuestos a someterse a las pretensiones gubernamentales y empresariales, no elevarán sus exigencias al nivel de 1980, ya que los pronósticos sobre el paro invitan a la moderación.
Para 1981 se espera que el paro aumente a más de un millón, por lo que el presidente de la Oficina Federal de Colocación, Josef Stingl, recomendó ayer a los empresarios que, en lugar de recurrir a despidos, se decidan, cuando las circunstancias lo exijan, por la jornada laboral reducida.
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