Caza a los especuladores en Polonia
Cerca de 3.000 infracciones a la ley de comercio polaca han sido descubiertas en el transcurso de una amplia operación policial efectuada en los últimos días por la milicia, ayudada por inspectores de la comisión de precios y, en algunos casos, delegados sindicales, informó ayer la Prensa polaca.Diez mil ochocientas trece tiendas, bares y restaurantes; 3.000 puestos de venta ambulantes y 389 almacenes fueron controlados en toda Polonia. La operación culminó con la imposición de 1.958 multas, por un total de 627.000 zolits (alrededor de un millón y medio de pesetas). Ochocientos quince casos fueron denunciados a los tribunales y la Administración decidió abrir una investigación en otros 132.
En la mayor parte de los casos, los productos, de rara aparición en el mercado, habían sido desviados de los circuitos de distribución para ser revendidos en almacenes a clientes privilegiados.
Los productos abarcan desde alimentos y electrodoméstico s hasta las obras del reciente premio Nobel Ceszlaw Milosz.
Por su parte, el sindicato libre Solidaridad hizo su propia investigación en la región de Jelenia Gora, descubriendo que en un almacén había 66.800 botes de carne con la fecha de consumo caducada, así como veinticuatro toneladas de arroz y 220 toneladas de azúcar.
En una situación de crisis económica como la que atraviesa Polonia, el Gobierno de Varsovia rebajó ayer la promesa dada a los obreros de introducir la semana laboral de cinco días a partir de 1981, y en su lugar propuso un total de veintiséis sábados libres y una semana de 42,5 horas.
El anuncio fue hecho por el presidente de la comisión de planificación, Henryk Kisiel, en el transcurso de una sesión del Parlamento polaco (Sejm) dedicada al estudio del plan económico para el próximo año.
Por su parte, el ministro de Finanzas, Marian Kraz, comentó que el panorama económico de Polonia «será más difícil aún el próximo ano que en la actualidad».
Por otra parte, las autoridades polacas han solicitado ayuda a expertos norteamericanos de Houston, de la empresa Boots and Coots, especialistas en extinguir incendios en pozos petrolíferos para que trabajen en una plataforma que arde desde hace once días en el Báltico.
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