Los ministros de Reagan

El futuro Gobierno de Reagan se ha enriquecido, el martes 16 de diciembre, con dos nuevos miembros: el general Haig, que ocupará el puesto de secretario de Estado, y Raymond Donovan, un industrial de Nueva Jersey, designado ministro de Trabajo. (... )La elección del general Haig aparece como un gesto de firmeza ante los demócratas y los raros elementos liberales que sobreviven en el Congreso (que han prometido, iniciar una controversia seria sobre su confirmación, debido al papel jugado por el antiguo jefe de estado mayor de la Casa Blanca en la crisis del Watergate), pero después de la retirada de Georges Schultz, Reagan no tenía otra solución de rephegue, La paradoja es que un general -el más célebre de los generales americanos, desde el fin de la guerra del Vietnam- dirigirá la diplomacia, mientras que el Pentágono tendrá por patrón a un economista, Caspar Weinberger, que no sabe mucho, aparentemente, sobre problemas militares. Sin embargo, uno y otro han sido designados a propósito: Weinberger para controlar un presupuesto de defensa en plena expansión; el general Haig debido a su experiencia internacienal adquirida con Kissinger, así como en sus funciones de comandante en jefe de la OTAN.

El departamento de Estado había desempeñado estos últimos años un papel moderador en el equipo gubernamental, con liberales más o menos pacifistas, como Cyrus Vanée y Edmund Muskie. La llegada del general Haig significa un cambio de tendencia. Ya conocido en Europa por su etapa de mando en la OTAN, no solamente como el defensor de un crecimiento del esfuerzo militar -esto forma parte de sus funciones-, sino también como el adversario declarado de toda participación comunista en los gobiernos europeos, el futuro jefe de la diplomacia americana ha endurecido sus posiciones en el transcurso de estos últimos años. ( ... )

18 de diciembre.