Stanislav Kania confirma a Moscú que Polonia seguirá siendo socialista

Stanislav Kania, jefe del partido comunista, polaco (POUP), ha reiterado por escrito a las autoridades soviéticas su garantía de que su país seguirá siendo socialista y perteneciendo al Pacto de Varsovia, como quedó demostrado, según las autoridades de Varsovia, en el acto tripartito Gobierno-Solidaridad-Iglesia del martes en astilleros de Gdansk.

Al conmemorar, el pasado 16 de diciembre, los sangrientos enfrentamientos entre obreros y policías ocurridos hace diez años, quedó sellado tácitamente el acuerdo sobre legislación laboral, mantenimiento de la paz social y absoluta disciplina que regirá el futuro laboral y político de una Polonia que continuará siendo estructuralmente socialista, pero con la novedad de contar con un movimiento sindical independiente.Y «cuando las cosas de Polonia vayan marchando», el principal dirigente de Solidaridad, Lech Walessa, visitará escalonadamente varios países occidentales, empezando por Estados Unidos y pasando por la República Federal de Alemania, Francia y Gran Bretaña. Aparte de la entrevista personal que mantendrá con el papa Juan Pablo II en enero.

Según manifestó en Gdansk ante un grupo de periodistas, Walessa volará a Estados Unidos «para visitar a la gente que ha demostrado ser nuestra, amiga cuando nos encontrábamos en una situación difícil», empezando por la federación sindical AFL-CIO, que el pasado verano envió a Varsovia equipos técnicos de artes gráficas y 50.000 dólares en metálico como fondo de huelga.

En la misma conversación, Walessa consideró altamente hipotética una intervención soviética en Polonia, al, tiempo que reiteraba la vocación socialista de su sindicato, decidido defensor de todo sistema político que «sirva al bienestar del ciudadano».

La URSS, al margen

Según informaciones llegadas a Bonn desde Moscú, el pasado 30 de octubre Leónidas Breznev había garantizado a Kania que la Unión Soviética estaba dispuesta a mantenerse al margen de la crisis polaca, siempre y cuando Varsovia diera las suficientes garantías, lo que, al parecer, hizo cumplidamente el propio Kania en la reunión extraordinaria del Pacto de Varsovia celebrada en la capital soviética a primeros de este mes.Mientras tanto, en París, la Unión Soviética dejó en claro ante los responsables de la política exterior francesa que no tiene la menor intención de intervenir en Polonia. Boris Ponomariev, miembro suplente del Buró Político y secretario de relaciones internacionales del Comité Central del Partido Comunista de la URSS, aseguró que «los polacos tienen edad suficiente para resolver sus propios problemas, y Moscú no pretende intervenir en sus asuntos internos».

Por su parte, el también miembro del Comité Central Vadim Zagladin confirmó, en una entrevista concedida ayer a la televisión francesa, las declaraciones de su jefe inmediato, recalcando que no hay motivo alguno que exija una intervención militar en Polonia.

Zagladin, quien la pasada semana se entrevistó en secreto con altos funcionarios del Vaticano, resumió para los televidentes franceses la esencia del comunicado emitido tras la citada reunión del Tratado de Varsovia: «Estamos seguros de que los polacos harán todo por sí mismos». Tras recalcar que los últimos acontecimientos polacos confirman lo acertado de tal apreciación. Zagladin tuvo una referencia concreta respecto a las alarmistas advertencias de Occidente. «Ciertas fuerzas occidentales quedarán decepcionadas, aquellas que desearían ver una desestabilización en Polonia a fin de cambiar su régimen», afirmó.

Al comentar el futuro de las relaciones franco-soviéticas, el jefe adjunto del departamento internacional del Comité Central del partido comunista soviético aseguró que, en su opinión, «nada de lo que pueda ocurrir en Polonia o en otra parte del mundo podría afectar negativamente a estas relaciones»