Los uniformes de Graduate

Graduate es otro de los grupos foráneos que este año se han puesto enfermos ante la perspectiva de tocar en España. Pero, por fin, lo hicieron el pasado lunes en el Marquee, de Madrid, en sesiones de tarde y noche.En la de tarde, el grupo se presentó con su típica facha de buenos chicos uniformados, ofreciendo una imagen de confianza y discreta alegría, que luego se vería contrastada con la cruda realidad de una actuación desganada y cortísima. Apenas tres cuartos de hora se estuvieron los ingleses con la subsiguiente, lógica y boquiabierta indignación del más bien escaso respetable que acudió ingenuamente a la cita. Después de ello, las posibilidades de apreciar el trabajo, de estos maniquies resultaba difícil. Aunque por la noche la cosa estuvo mejor de duración, los testimonios recogidos a la salida diferían enormemente, según el estado anímico y físico del personal.

Porque la verdad es que no hicieron gran cosa. Apenas tocar correctamente unas canciones que en disco resultan muy agradables y que merecían algo más de gracia en directo. Graduate son competentes, pero poco más, y no se trata a estas fechas del año de exigir únicamente que un grupo suene bien, por muy exótico que sea el asunto. De hecho, ni siquiera hicieron bailar en exceso, lo cual ya es un dato si se tiene en cuenta el tipo de música. Recuerdan a otro grupo de por aquí, los Menta, sólo que a éstos lo que les falla es el disco.