Obote, nuevo presidente de Uganda, jurará su cargo mañana en Kampala

El ex presidente de Uganda, Milton Obote, ganador oficial en las primeras elecciones generales que se celebran en este país africano desde que accediera a la independencia, hace dieciocho años, jurará su cargo mañana lunes. Millares de personas celebraron la victoria en las calles de Kampala.

Obote, que fue derrocado por el dictador Idi Amin, en 1971, se convierte en el primer jefe de Estado africano que vuelve al poder mediante elecciones democráticas, tras haber sido depuesto por un golpe militar.El partido de Obote, el Congreso del Pueblo Ugandés (UPC), ha conseguido 65 escaños parlamentarios, frente a los 49 obtenidos por el Partido Democrático (DP) y el alcanzado por el Movimiento Patriótico Ugandés (UPM).

La proclamación de los resultados se retrasó veinticuatro horas, ya que la comisión militar, partidaria de la UPC, fue presa del pánico a raíz de que el Partido Democrático anunciara, el jueves, haber alcanzado la mayoría. En ese momento, las malas comunicaciones existentes en Uganda no permitían al hombre fuerte del país, Paulo Muwanga, presidente de la citada comisión militar, conocer los resultados en todo su detalle. No obstante, las presiones ejercidas por los observadores de la Commonwealth convencieron a Muwanga de que siguiera normalmente el escrutinio y se fueran anunciando los resultados, según se fueran teniendo.

Dichos observadores, en un comunicado provisional, estimaron que las elecciones eran «válidas» y que, expresaban «Iibremente» la opinión de los ugandeses.

La primera tarea de Obote como jefe del Estado consistirá, según los observadores, en calmar las tensiones político-tribales que dividen al país.

Desde su indpendencia, hace dieciocho años, Uganda sólo ha conocido dos personalidades que han polarizado todo tipo de pasiones: Obote, primer ministro al principio, y luego jefe del Estado, e Idi Amin, el dictador al que él había nombrado jefe del Ejército y que hace nueve años le derrocó en medio de un gran júbilo popular en Kampala.

Milton Obote ha contado siempre con el apoyo de Tanzania, país en el que ha pasado todo su exilio, y de su. presidente, Julius Nyerere, sin cuya ayuda no habría podido volver a Kampala. Todavía hoy diez mil solados tanzanos permanecen en Uganda.

El líder ugandés, desde su regreso en mayo pasado, ha intentado hacer tabla rasa de las divisiones pasadas, pero vigentes, y asegurar, sobre todo, las inversiones extranjeras. Con él han regresado a Uganda numerosos hombres de negocios indopaquistaníes perseguidos por el régimen de Idi Amin.

Tras diez años de exilio, Obote se enfrenta a la tarea de establecer una relativa prosperidad económica en un país potencialmente rico, en el que, sin embargo, miles de personas han muerto de hambre en este año.

En el momento de su caída, en enero de 1971, su popularidad era muy baja en el país. Gobernaba de manera autoritaria, prohibió los partidos y practicó numerosos arrestos. También los medios de negocios veían con inquietud a un dirigente que anunciaba un viraje a la izquierda. Kenia y Sudán, enemigos tradicionales de Obote, contemplan con gran desconfianza su regreso a la escena política de Africa oriental.