Los alcaldes de Zaragoza, Torrejón y Rota piden refugios atómicos

El primer tratado internacional que lleve a cabo la democracia debe ser el antípoda del que se firmó en tiempos de Franco, según afirmaron unánimemente los alcaldes de Rota, Torrejón y Zaragoza, reunidos en esta ciudad para celebrar un debate público sobre la influencia de la presencia militar americana en sus términos municipales. El cambio que propugnan estos alcaldes tiene que ser radical tanto en sus aspectos generales como en una serie de consideraciones puntuales respecto a las ciudades que soportan en su territorio a las bases. Es imprescindible, en su opinión, que se oiga la voz de los tres pueblos y que éstos reciban compensaciones, no como limosna, sino en estricta justicia.

El tratado vigente entre Estados Unidos y España, que deberá renovarse a comienzos del año próximo, fue objeto también de un profundo análisis. Se le calificó de régimen jurídico colonizante y pormenorizando «la serie de capitulaciones que establece». Así, se habló, en el orden civil, en el penal -en donde existen importantes privilegios para los americanos-, en el laboral -ya que consagra la indefensión de los trabajadores españoles en las bases, que carecen de derechos laborales en la legislación española- y en el fiscal -con exenciones tributarias que consideran marcadamente abusivas.En opinión del los alcaldes, todos pertenecientes al PSOE, el nuevo tratado no deberá contener cláusulas secretas, como el actual, y tendrá que prever la defensa civil de la población y la existencia de refugios antinucleares para la totalidad de los españoles afectados. En este sentido, los representantes de Torrejón y Zaragoza citaron ejemplos incluso presenciales, de cómo en situaciones de alarma -guerra de Extremo Oriente, invasión de la bahía de Cochinos y otras- las familias americanas habían sido sacadas de las proximidades de las bases, sin que las ciudades españolas hubieran sido informadas del peligro.

La influencia de las bases sobre Zaragoza, Torrejón y Rota fue calificada en todo momento de negativa y se culpó de la situación tanto al Gobierno americano como al español. Se habló de los riesgos eventuales ante situaciones concretas de la política internacional, además de los riesgos cotidianos. «Hay síndrome de miedo en los niños de Torrejón», dijo su alcalde, López Chillón, «por los ruidos de los aviones que inevitablemente deben pasar por encima del pueblo». «Rota lo perdió todo», afirmó Fernando Tejedor.

Sainz de Varanda se refirió al peligro para toda la zona poblada que circunda el polígono de tiro de Las Bardenas, con las frecuentes caídas de aviones, la existencia en Zaragoza de aviones cisterna «sacados de Torrejón y Morón por el riesgo que presentaban para Madrid y Sevilla». «Además, los americanos», concluyó, «han pasado por España como se raya el agua, sin haber dejado obra alguna ni cultural ni tecnológica, ni siquiera una convivencia seria de comunidad a comunidad».

Al acto, celebrado a pesar de haberse producido una amenaza de bomba, asistió también el diputado comunista Antonio Palomares, que mostró la solidaridad de su partido con los alcaldes de las tres ciudades y relacionó el tratado y las bases con la intención española de ingresar en la OTAN. Habían sido invitados también, pero no asistieron, representantes de UCD y el Ministerio de Asuntos Exteriores español, Luis Solana, del PSOE, el embajador de Estados Unidos y el cónsul americano en Barcelona.

Plantón a las autoridades americanas

A la misma hora se celebraba un acto navideño en la base de Zaragoza, en el que no estuvieron presentes ni representación alguna del Ayuntamiento, tal como habían anunciado, ni el presidente de la Diputación General de Aragón ni el de la Diputación Provincial de Zaragoza.