Los proveedores tuvieron al pueblo de Telde sin agua hasta que sublo su precio
Dos semanas estuvo sin agua la población de Telde, segunda de la provincia de Las Palmas, porque los proveedores esperaron a que subiera de 1.200 a 1.300 pesetas la hora, para lograr así unos buenos dividendos. De esta forma, y a pesar de que el pasado mes de octubre la corporación teldense solicitó del Gobierno Civil que los aumentos del precio del agua en el mercado fueran aprobados por la junta provincial de precios, los proveedores decidieron subirla de forma unilateral, el día 8 de diciembre. Los días posteriores los depósitos municipales comenzaron a llenarse, después de estar trece días vacíos, porque, según el concejal de aguas del Ayuntamiento de Telde, Juan Manuel Cabrera, «los proveedores nos decían que no había agua». Sin embargo, tras la subida apareció como por arte de magia.
Sin embargo, los proveedores han hecho circular los rumores de que el Ayuntamiento no paga, y por este motivo existen deficiencias de agua en el suministro. Juan Manuel Cabrera opina que no es cierto: «La falta de agua en el casco los últimos días, se debe exclusivamente a que los proveedores habían decidido subirla». Es curioso comprobar el hecho de que siempre que se sube el precio hay restricciones en el suministro; por dos motivos: primero, para crear la psicosis de que hay escasez de agua y, por tanto, es necesario subir los precios, y, en segundo lugar, porque los dueños de los depósitos de almacenamiento compran el agua y la guardan hasta que sube el precio para conseguir mayores beneficios. Añade el concejal de aguas que el Ayuntamiento sureño, en lo que va de año, ha comprado agua por valor de 76.456.482 pesetas y ha pagado un total de 63.456.482, es decir, que se deben tan sólo unos trece millones de pesetas. «No se puede», afirma Juan Manuel Cabrera, «hablar de morosidad en el pago cuando sólo se debe un 17% del total».
Historia de la subida
Hay que remontarse a junio de este año, cuando Telde padeció otra crisis en el suministro y toda la Corporación, a excepción de los concejales de UCD, se encerró en el Ayuntamiento para pedir soluciones concretas. Entonces, el gobernador civil anterior, Fernández Escandón, se comprometió formalmente para que el precio del agua fuera controlado. El Ayuntamiento entregó entonces al gobernador un estudio técnico-económico para la determinación del precio del agua, que dio el resultado que figura a continuación, con el 22% de beneficio industrial y gastos generales incluidos.Según el estudio, recogido en veinticuatro folios, que sigue unos criterios racionales, el precio medio de la extracción de agua era el siguiente: en pozos de gasóleo, 946 pesetas; en pozos electrificados, 528, y en galerías, 335. Mientras tanto, los precios han sido de 1.200 pesetas, sin tenerse en cuenta la procedencia de las aguas compradas.
Afirma el concejal de aguas que a lo largo de 1980, y con los datos que se reflejan en el estudio técnico-económico, el pueblo teldense ha tenido que Pagar un total de 36.490.716 pesetas, lo que a todas luces significa que este dinero se lo han embolsado los proveedores como ganancias limpias. No obstante, se lamenta de que el Ayuntamiento no puede subir las tarifas a los abonados en cuestión de semanas, sino que los trámites, que tienen que ser aprobados por el Gobierno Civil, suelen tardar meses. «Dichas tarifas», añade, «se han puesto en vigor a partir de noviembre de 1980, es decir, que antes de poner al cobro este aumento ya partimos de un déficit de nueve millones de pesetas, que ahora habrá que buscarlos en otras partidas».
El concejal entiende que «si el Gobierno Civil, que tiene poderes para ello, no para estas ganancias desorbitantes, se convierte en cómplice de este expolio que se le hace al pueblo teldense».
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