Funcionarios con frío

Los firmantes de la presente carta, la totalidad de los funcionarios de la agencia número veinticuatro del Instituto Nacional de la Seguridad Social, nos vemos obligados a llamar la atención sobre las condiciones en que tenemos que desarrollar nuestro trabajo. Condiciones que, a los ojos de cualquier observador imparcial, podrían llegar a ser calificadas como infrahumanas o, cuando menos, indignas de unas dependencias estatales.Dejando a un lado las especificaciones técnicas del local y sus instalaciones, que, a nuestro juicio, conculcan un mínimo de seis artículos de la Ordenaza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo, y esto, curiosamente, en una oficina dependiente del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, queremos hacer especial hincapié en un problema que estamos padeciendo con enorme crudeza en estas fechas, y que es el hecho de que en la mencionada agencia número 24 estamos, actualmente, llevando a cabo, nuestro trabajo sin contar con servicio de calefacción a temperaturas que en estos días han llegado a ser de cuatro grados bajo cero, sin podemos desprender de los abrigos, bufandas, guantes o cualquier otra prenda que tengamos a mano.

Evidentemente, el funcionario tiene mala prensa y, quizá a veces, de modo justificado, pero quién puede exigimos que realicemos los trabajos con rapidez o que atendamos al público con amabilidad, y aun así tratamos de hacerlo, si apenas podemos mantenernos en pie a causa del frío; todo ello sin contar con que disponemos de un material que es, en su mayor parte inservible.

Por ello, y tras haber agotado los cauces de que podemos servirnos, incluida una denuncia que cursamos a la Inspección de Trabajo, nos dirigimos a la opinión pública a través de EL PAIS para tratar de hacerle ver que, al menos en nuestro caso, los funcionarios intentamos realizar los trabajos para los que nos pagan, pero que difícilmente podremos hacerlo sí no se ponen a nuestra disposición los medios mínimos necesarios para ello./ y catorce firmas más.