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Frialdad en el Gobierno vasco ante la primera visita oficial de Suárez

La cortesía y el protocolo no podrán disimular la aparente frialdad y el malestar que la marcha «poco esperanzadora» de las negociaciones con la Administración central provoca en el Gobierno vasco, cuando su presidente reciba esta mañana en Vitoria a Adolfo Suárez, que, acompañado de Rodolfo Martín Villa, realiza su primera visita a Euskadi como presidente del Gobierno. Una visita que, por otra parte, no se espera provoque entusiasmo especial entre la población vasca, según informan desde Vitoria Javier Angulo y Tonia Etxarri.Aunque de antemano Marcelino Oreja y, en menor grado, Carlos Garaikoetxea, se han curado en salud queriendo deslindar la estancia de Adolfo Suárez en el País Vasco de la marcha de las negociaciones en los temas de policía autónoma y conciertos económicos, sin embargo la falta de éxitos en las mismas imprime un giro especial, cargado de incertidumbre, al viaje presidencial. Parece pues que, pese a los mentís, el encuentro Suárez-Garaikoetxea, en presencia de Martín Villa, Marcelino Oreja y los consejeros-negociadores del Gobierno vasco, podría ser decisivo.

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Garaikoetxea, expectante ante la visita

Cuando hace ya más de un mes se anunciaba el viaje del presidente Suárez a Euskadi, fuentes oficiosas, queriendo sin duda dar expectación al mismo, fi ltraron que aquél «llevaría algo debajo del brazo». Las expectativas optimistas de los representantes de la Administración central -Marcelino Oreja no era excepción- con respecto a la solución antes de fin de año en los temas de policía autónoma y conciertos económicos no eran, sin embargo, compartidas por los portavoces del Gobierno vasco.

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Las negociaciones entre el Gobierno vasco y la Administración condicionan el viaje de Suárez

Viene de primera páginaCuriosamente, días antes de que se iniciara, la semana pasada, en Madrid una nueva ronda de negociaciones, fuentes oficiales se esforzaban en deslindar perfectamente la marcha de aquéllas con el viaje del presidente. Y había motivos. Tras cuatro días de intensas negociaciones sigue sin haber resultados positivos.

En relación al concierto económico, a pesar de que Carlos Garaikoetxea -tras su entrevista con el delegado del Gobierno, Marcelino Oreja- señalaba que se habían producido planteamientos de nuevo cuño por parte de los negociadores de la Administración central, «que hacían práctica y técnicamenie imposible Regar a un acuerdo», ayer por la tarde -en medios próximos al Gobierno vasco- se valoraban positivamente «ciertas aproximaciones de última hora que se están produciendo ».

De todas formas, como señaló el ministro de Trabajo vasco, Mario Fernández, los negociadores vascos no están de acuerdo «sobre nada, hasta que no se esté de acuerdo en todo». Dos escollos importantes -la autonomía normativa y la determinación del cupo provisional- continuaban impidiendo ayer la resolución de las negociaciones.

Rotas las negociaciones sobre la policía autónoma

Respecto al tema de la policía autónoma, pese a haber llegado a acuerdos en relación a la Junta de Seguridad y haber aceptado -al parecer- la Administración central que las policías provinciales estén bajo el control del Gobierno vasco, las conversaciones se rompieron en la tarde del pasado domingo, en los puntos referidos a la concreción de servicios policiales en exclusiva para la comunidad autónoma. En este apartado había diferencias esenciales en el seno de la comisión mixta.

El Gobierno vasco aprecia que la Administración central realiza una interpretación restrictiva del artículo 17 del Estatuto de Autonomía, del que se desprende que todo lo que no sea extra o supracomunitario debe ser competencia exclusiva de la comunidad vasca.

«El Gobierno vasco», declaraban ayer a EL PAIS medios próximos al Ejecutivo, «desea que la policía autónoria tenga ya en su primera fase competencias que hoy detentan las fuerzas de seguridad del Estado. Competencias claras para empezara dscutir el tema en la Junta de Seguridad».

A juicio de los negociadores vascos, el Gobierno central pretende que no haya competencias exclusivas, y ahí reside la principal diferencia. «La Administración central es partidaria, al parecer, de establecer un criterio generalizado de no exclusividad de competencias contempladas en el artículo 17 del Estatuto de Autonomía, y precisamente el Gobierno vasco reclama el derecho a estas competencias exclusivas. Parece una generalidad, pero es un criterio esencial tan importante que por este punto las negociaciones han quedado suspendidas», declararon las mismas fuentes.

Sin embargo, un portavoz cualificado del Gobierno vasco declaró ayer a EL PAIS que, «pese a las diferencias, con voluntad política por parte del Gobierno central podríamos llegar a un acuerdo rápido. Se trata de confiar en el Gobierno vasco».

Protestas en la UCD de Euskadi

Los contactos que realizará Adolfo Suárez con las ejecutivas provinciales y regional de UCD del País Vasco son acaso uno de los aspectos más importantes de su visita a Euskadi. Pese a las declaraciones de su presidente, Jesús María Viana, que afirma que no hay crisis en la UCD vasca, no es menos cierto que la falta de autonomía de los centristas vascos en su actuación en la comunidad autónoma vasca y su, hasta ahora, escaso papel en las negociaciones entre el Gobierno vasco y la Administración central han provocado no pocas protestas en el seno del partido en Euskadi. No se olvide tampoco que de la UCD de Vizcaya ha partido una moción al congreso del partido solicitando la reforma de los estatutos del mismo para impedir que a partir de la próxima legislatura una misma persona pueda ocupar los cargos de presidente del partido y del Gobierno del Estado español a un mismo tiempo.

Programa del viaje

En 48 horas de estancia en el País Vasco, el presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, mantendrá contactos con todos los estamentos de la sociedad vasca, excepto el correspondiente al ámbito cultural. Ya en su primer día -amén de las sesiones de trabajo con el lendakari, Carlos Garaikoetxea, y con representantes de la Administración vasca-, Suárez se reunirá con los altos mandos militares y de las fuerzas de seguridad del Estado, con los representantes de todos los partidos políticos parlamentarios, organizaciones patronales y cámaras de comercio.

En Bilbao y San Sebastián -capitales de la economía vasca-, Suárez mantendrá conversaciones con los sindicatos mayoritarios, ELA-STV, CC OO y UGT.

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